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Arte

El dibujo desafía a la élite

La valenciana María Herreros acaba de publicar un libro junto a Rosa Montero y prepara otro con Màxim Huerta

El dibujo desafía a la élite

De ser considerada un amalgama de garabatos complementarios a una información, a venderse en las mejores casas de subastas del mundo. La ilustración ha vivido un auténtico periplo donde aplicaciones como Instagram han sido su principal catalizador. La valenciana María Herreros ha sido testigo de la evolución del género en el arte. Ella es una de las representantes valencianas de la disciplina junto a otros artistas como Carla Fuentes, Jorge Lawerta o Coté Escrivá. Todos ellos han crecido y evolucionado dentro del género hasta colarlo en las galerías y museos de arte contemporáneo.

Sin embargo, el mercado del arte no es el único que «alimenta» a los ilustradores. Herreros lo sabe bien. «Estoy hasta arriba de proyectos editoriales. Actualmente no tengo tiempo para preparar una propuesta expositiva individual porque no tengo tiempo», lamenta la valenciana afincada desde hace algunos años en Barcelona. «Es un momento muy bueno. Las redes sociales han sido decisivas. Cuando empezamos a compartir nuestros dibujos en Internet no sabíamos hacia donde nos llevaría eso, ni siquiera sabíamos qué significaba el concepto de ilustración», explica. María Herreros estudió Bellas Artes en la Universitat Politècnica de València para más tarde cursar el Máster de Ilustración de la misma universidad. «Conocíamos el concepto clásico de ilustración, el que profundiza en el valor simbólico de los dibujos y en su utilidad. Cuando estaba en la universidad sabía que quería dibujar, pero no que quería ser ilustradora. Ahora, ocurre lo contrario. Empiezan el primer curso hablando de ilustración», comenta.

Marilyn tenía once dedos en los pies: y otras leyendas de Hollywood (Lunwerg) fue uno de los primeros proyectos que le labraron un nombre en las redes. El libro ilustrado incluía anécdotas del star system hollywoodiense con figuras como Angelina Jolie, Cary Grant o Hitchcock. Después vinieron ilustraciones que pasaron a formar parte del catálogo de galerías como Pepita Lumier (València), Gunther Gallery (Madrid), Bootsbau gallery (Berlín) o Junior High Gallery (Los Ángeles). El retrato es el arma artística de Herreros, donde plasma su fijación por las imperfecciones. «La estética común me aburre. No aporta nada, sobre todo, porque todos intentamos seguirla. Me atraen las irregularidades», explica. Dientes que sobresalen, narices respingonas o pecas invasoras son los protagonistas de los retratos de Herreros. «Dibujo a personas imaginarias cuando quiero hablar sobre temas universales, como la belleza o la fealdad», detalla. La valenciana acaba de ilustrar la portada del último single de Sidonie, «Maravilloso», donde ha dejado constancia de su estilo personal.

Tanto sus dibujos como sus mensajes tienen resonancia en las redes sociales, donde la valenciana aglutina más de 70.500 seguidores (14.5000 en Facebook y 56.000 en Instagram). A través de su perfil, Herreros vende sus obras (pinturas, dibujos e impresiones) que oscilan entre los 520 euros a los 90 euros. «Comprar ilustración resulta más asequible que comprar arte contemporáneo. Por eso ha funcionado tan bien. Los galeristas se han dado cuenta de que la gente siempre ha querido tener algo único en sus manos, solo que antes no se lo podían permitir. La ilustración ya cuenta con una gran aceptación dentro del mundo del arte. Han pasado cosas impensables», explica la valenciana. Una de ellas fue la subasta de un cómic en Sotheby´s. Fue en su sede de París en 2015. «Eggs Ackley among the vulture demonesses», un cómic de Robert Crumb datado en 1943, fue vendido por 6.250 euros. Tanto la inclusión de un cómic en el catálogo de Sotheby´s como el precio de salida (6.000 euros) era impensable hace algunos años.

Papel y activismo

Pese al innegable peso de las nuevas tecnologías en la difusión y distribución de las obras de Herreros, la valenciana asegura que su proceso de creación sigue siendo «analógico». «Algunos artistas utilizan la tecnología para agilizar, pero yo lo veo un retraso. Cuando necesito retocar algo de una obra, prefiero hacerla de nuevo otra vez antes que retocarla en un ordenador», explica. Según la valenciana, dentro de la ilustración existe una gran variedad de técnicas y procesos, y ninguno de ellos es excluyente. «Actualmente existe una tendencia hacia la pintura y no por lo digital. Cada uno tiene que hacer lo que más le defina. Hay público para todos», destaca.

Herreros intenta enlazar su perfil como ilustradora y como activista. Sobre todo en Internet, donde ha dejado clara su postura en algunos temas como la huelga de mujeres del 8 de marzo, la sentencia contra La Manada o la libertad de expresión. En realidad, todas ellas tienen un nexo en común: el feminismo. «Las cosas están cambiando y muy deprisa. Las creadoras tenemos que unirnos para difundir un mensaje de libertad». La ilustradora todavía recuerda el acoso que vivió otra valenciana, Paula Bonet, en Twitter. Fue por un mensaje en respuesta a la sentencia contra La Manada, en el que la artista de Vila-real animaba a las mujeres a salir a la calle. «La oleada de insultos fue terrible. Puso de manifiesto el machismo que todavía hay en nuestra sociedad. Además, Twitter es un campo de trolls, donde los usuarios piensan que pueden insultar a quienes quieran sin que pase nada».

El nombre de María Herreros también se encuentra en una de las últimas novedades editoriales de corte feminista, Nosotras. Historias de mujeres y algo más (Alfaguara). La escritora Rosa Montero ha contado con la valenciana para poner rostro a decenas de mujeres, que incluye historias truculentas y otras heroicas. «Lo que nos ha querido decir Rosa es que las mujeres pueden ser débiles, fuertes, maravillosas y crueles. No ha tratado de reunir a mujeres modélicas, sino reales».

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