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Crítica

Música de verano en Castelló

Música de verano en Castelló

Los festivales y cursos musicales se multiplican generosamente en el verano de toda la Comunitat desde hace varios lustros. Desde esa maravilla que es el Misteri d'Elx hasta el FIB de Benicàssim, todo tiene cabida en las comarcas valencianas. En Valencia destaca el Festival de Música de Cambra de Godella, el MuSAS de Sagunt y la Semana de Música de Monserrat; en Alicante el Summer Brass Festival o el de Jazz en la misma capital, y Castelló destacan los festivales de Ares del Maestre, de Vilafranca, de Torreblanca, el Festival de Música Antigua y Barroca de Peñíscola, el Curso de Guitarra «Manuel Babiloni» de Vilafamés o el Arenal Sound de Burriana. Muchas son la propuestas y variados los géneros seleccionados.

Recientemente, se pudo escuchar al ensemble Harmonia de Parnas, conducido por Marian Rosa Montagut y seis instrumentistas especializados en el repertorio del XVII y XVIII, en la sala de Armas del Castillo de Peñíscola, marco realmente único de la Comunitat Valenciana. La meteorología impidió que el concierto se realizara en el patio exterior de la fortaleza del Papa Luna y, a pesar del calor, el público se mostró complacido con las diferentes obras presentadas. Plato fuerte fue la selección de La Dorinda, de Francesco Corradini, que trabajo en la corte del Príncipe de Campoflorido, quien aunque de origen siciliano, fue Capitán General de Valencia a principios del XVIII.

La musicóloga Montagut tuvo el acierto de rescatar y revisar la obra que pudo grabarse el pasado año, en un magnífico CD que pone de manifiesto las calidades de la partitura del veneciano, así como la destreza de los músicos de Harmonia del Parnàs.

En Peñíscola, Ruth Rosique puso protagonismo y autoridad a los momentos vocales si bien es cierto que su interpretación (excelente en el registro del CD) se hubiera percibido más equilibrada dosificando dinámicas y matices, teniendo en cuenta el recinto y su acústica. El aragonés José de Nebra fue otro de los compositores interpretados así como el valenciano Martín y Soler, coetáneo de Mozart en la Viena de finales del XVIII y el mallorquín Literes. El conjunto instrumental, con Marian Rosa Montagut al clave, lució especialmente en la selección de danzas anónimas expuestas con auténtica firmeza e indudable garra.

Y como colofón del Curso Internacional de Guitarra de la Fundación «Manuel Babiloni», en Vilafamés, el guitarrista Óscar Ebro (Vila-Real,. 1977), ofreció un magnífico recital en la Iglesia de la Asunción, estrenando una interesante Sonatina, de Emili Malloll, compositor de l'Alcora.

Ebro, en la actualidad residente en Berlín, posee una excelente calidad de sonido que proyecta con amplitud y una técnica pulcra que le permite desgranar cada interpretación con destreza y delicadeza, tal como evidenció en el Col.lectici Intim, de Vicente Asencio y en la Canción y Danza, de Ruiz-Pipo. Otro músico valenciano que nos representa en el exterior con total solvencia.

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