La 66.ª edición del Festival de San Sebastián decidió poner el foco ayer sobre la corrupción política de la mano del cineasta Rodrigo Sorogoyen, que participa en la sección oficial del certamen con El Reino, película que fue rodada en València en 2017. Escrita de nuevo junto a Isabel Peña -guionista también de Que Dios nos perdone- y con Antonio de la Torre en el papel principal, Sorogoyen juega a emular la realidad con algunas escenas muy similares a las vistas en las noticias sobre corrupción. «En España no hay un debate sano ni democrático sobre la corrupción política», señaló el cineasta durante la segunda jornada del festival.

El concreto, el equipo de rodaje de El Reino se trasladó durante dos semanas a Requena, València, Sueca, el Saler o Manises con el resto del reparto, compuesto por Bárbara Lennie, Ana Wagener o José María Pou.

«Hay mucha autocensura sobre la corrupción, aunque ahora empieza a haber debate. Si no hubiéramos sido nosotros, otros habrían sido los primeros en hacer un thriller sobre esto. Pero ya sabemos también cómo es la industria cinematográfica: para qué se va a poner dinero en esto si se puede poner en una comedia», bromeó el cineasta.

De hecho, el director admitió que varios de los personajes están inspirados en personas clave de la política española «y son reconocibles», aunque prefirió no desvelar a quién se parecen. La película tiene «un toque cañí» y la música que aparece en varias escenas, «maquinera», le sirve al autor para retratar los «bajos fondos» de la política. El director explicó que esta cinta continúa con la línea de sus anteriores trabajos al «mostrar la parte negativa del ser humano».

La segunda jornada del certamen también estuvo marcada por la entrega del Premio Donostia al actor, productor y cineasta estadounidense Danny DeVito. Director de películas La guerra de los Rose o Matilda, ha producido títulos como Erin Brockovich o Pulp Fiction. Durante su encuentro con los medios habló del movimiento «#Me Too», que ha supuesto un «revulsivo para las mujeres cineastas en todo el mundo».

«Pienso que las mujeres deben ser escuchadas, eso es lo que siento acerca de ello. Si tienes algo dentro que te molesta, tienes que sacarlo, así que 'sácalo fuera y di lo que está en tu mente'», afirmó el actor, que acudió también al certamen para presentar su nueva película, Smallfoot, un filme de animación de Warner en el que dobla a un yeti llamado Dorgle.

Otro de los galardones que se otorgaron ayer en el seno del certamen fue el Premio Nacional de Cinematografía a Esther García, productora de «El deseo», la compañía de Pedro Almodóvar. García reivindicó el «talento» que requiere la producción cinematográfica, así como la presencia de las mujeres en «puestos directivos y de creación». El acto de entrega contó con la presencia del ministro de Cultura, José Guirao, y el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso. García aprovechó para pedir «apoyo» desde las instituciones, empresas y leyes para «dar un impulso definitivo» a que las mujeres logren «la posición que merecemos».