París sigue siendo el objeto de deseo del exministro de Cultura Màxim Huerta. El periodista valenciano publica el próximo martes París será toujours París (Lunweg), que firma junto a la ilustradora valenciana María Herreros. Huerta ya publicó en 2012 una novela ambientada en la capital francesa, Una tienda en París.

En París será toujours París, sus autores proponen un paseo por la «ciudad de la luz» de los años 20, epicentro de la cultura y la diversión. Por él, desfilarán pintores, músicos, escritores, revivirán cabarets, la vida nocturna y bohemia o el trajín de los ateliers, aliñados con anécdotas sobre la vida en la capital francesa. Es a la vez un repaso y una declaración de amor al arte, la cultura, la moda y las costumbres del París de entonces. Una recopilación de personajes variados como Kiki de Montparnasse, Colette, Man Ray, Modigliani o Mistinguett. Es también un paseo por su mobiliario urbano, por sus locales más significativos, y hasta por sus sabores más característicos.

El título rinde homenaje a la canción del actor y cantante Maurice Chevalier, datada en 1939, y versionada por la cantautora francesa Zaz en 2014.

Según avanzó María Herreros a Levante-EMV, «hemos intentado enfrascar todo el ambiente bohemio en este libro. Entre Màxim y yo ha habido mucha conexión». «Sabía que Màxim escribiría cosas maravillosas para el libro, y así ha sido. Es un enamorado de París. De hecho, muchas de sus novelas están ambientadas allí», explicó.

El proyecto surgió cuando a la valenciana le tocó dibujar al escritor de Utiel para una revista. Huerta no dudó en ponerse en contacto con la ilustradora para proponerle el proyecto. «Fue todo muy espontáneo», detalló.

Se trata de una obra con relatos cortos y datos históricos que intentan reflejar el espíritu de una época, la que quedó marcada por la generación perdida, el jazz y las tertulias literarias.

Para Huerta, «París es ese lugar donde sabes que van a sucederte historias, el entorno en el que cambias de nombre y de forma de andar».

El proyecto se lanzó mucho antes del nombramiento de Huerta como Ministro de Cultura, Educación y Deporte, un cargo al que renunció seis días después de su nombramiento como consecuencia de que trascendiera que había defraudado 256.778 euros a Hacienda entre 2006 y 2008.