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Entrevista

Cayetano Martínez de Irujo: "Me pasé 20 años en la élite del deporte, vapuleado por un sector de la prensa"

"Mi madre era más cercana con la gente de fuera que con nosotros"

Cayetano Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, (Madrid, 4 de abril de 1963) es IV duque de Arjona y XIV conde de Salvatierra, Grande de España, jinete olímpico de saltos y frustrado ingeniero agrónomo. Reconoce haberse sentido muy solo en su juventud y también expresa la admiración que sentía y siente por su madre, Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, fallecida el 20 de noviembre de 2014 en Sevilla.

P Fue cuarto en saltos por equipos en Barcelona 92; ha gestionado con eficacia el patrimonio agrario de la Casa de Alba, hasta interpretó al Duque de Wellington en «Los fantasmas de Goya» de Milos Forman; aún así muchos le ven como un aristócrata frívolo.

R No lo soy en absoluto. Las cosas que pasan en España no suceden en ningún país. Me pasé veinte años en la élite del deporte, vapuleado por un sector de la prensa. Que quede claro que valoro mucho el trabajo de los buenos periodistas y medios. Todo ese patio de vecindad que son algunas televisiones ahora se ha extendido a la política.

P Ha sido analista en la tele. ¿Si tuviera que valorar ahora la exhumación de Franco?

R Aprendí mucho trabajando en televisión. Creo que aporté una visión diferente, más de la calle. Consideré que era el momento de retirarme. Hay problemas más graves que desenterrar a Franco. Carece de relevancia. Se está cayendo en el populismo.

P Su exmujer, Genoveva Casanova, y usted se llevan tan bien que a veces parece que siguen casados.

R Nos llevamos muy bien, como buenos amigos... La vida es muy larga. Nos casamos en 2005 y nos separamos en 2007. Yo no estaba preparado para casarme. Lo reconozco.

P ¿Y Bárbara Mirjan?

R Bárbara es mi pareja actual. Me gusta su inteligencia, su naturalidad. Estamos muy bien.

P En 2009 su madre le encomendó una gran responsabilidad. ¿Un antes y un después?

R Me pidió que me ocupase del campo y en 2010 al ver que lo estaba haciendo bien me puso al frente de todo. Eso cambió mi vida. En 2013 mi madre me cedió el ducado de Arjona como reconocimiento a esa labor.

P Cuando en 1994 la Duquesa le otorgó el condado de Salvatierra usted dijo que nunca le daría un ducado, ya ve...

R Sí. En realidad el título que ella quería darme en 2013 fue el de Conde-Duque de Olivares. No fue posible, por otras cuestiones familiares. En cualquier caso, en aquellos años cambió la relación entre mi madre y yo, que se hizo más cercana. En la etapa con Alfonso Díez, al que tengo un gran cariño, ella se bajó del trono, se despojó de la presión. Alfonso la hizo muy feliz.

P Con Jesús Aguirre no hubo «feeling»...

R La relación de Aguirre con nosotros siempre fue tormentosa.

P ¿Y la relación que mantiene con sus hermanos?

RE s correcta. Mucho mejor con Eugenia. Ella es ahora el nexo de unión entre nosotros.

P Se lamenta de la soledad que sufrió en su adolescencia.

R Estuve muy solo en mi adolescencia y juventud. Mi madre era más cercana con los de fuera que con nosotros, pero ya le digo que eso cambió después.

P Como gestor del patrimonio agrario de la Casa de Alba trató con el líder del Sindicato Andaluz de los Trabajadores. Otra Andalucía.

R Traté con Sánchez Gordillo, líder del SAT, y también con Rajoy. Aprendí mucho.

P En Sevilla el recuerdo de Cayetana de Alba se aviva en vez de apagarse. ¿Lo nota?

R Así es. Fue un personaje de la historia de España. Una mujer muy fuerte, de carácter. En su vida sólo hizo caso a su padre, al Rey, al Papa y a su hijo Cayetano. Lo digo con orgullo. Mi madre dio otra dimensión a la Casa de Alba, la engrandeció. Ahí está su legado.

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