En los pasillos de departamento de Estudios Ingleses de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló, en la tercera planta, ayer había silencio. Colgada en el tablón, la página de Levante de Castelló daba cuenta de la noticia que todos conocían: el profesor de la UJI Santiago Posteguillo ha ganado el Premio Planeta 2018.
Silencio. Pero, a poco que preguntas, todos y todas se hacen en elogios hacia el profesor. Sus compañeros, sus compañeras: «Es una persona fantástica, maravillosa, el premio es merecido», «vive entregado a la labor investigadora», «es un artista de la palabra narrativa». Y los halagos no solo vienen de sus colegas, también sus alumnos y exalumnos quienes coinciden en definirlo como cercano y gran comunicador. Ayer, Posteguillo no acudió a la universidad pero todos sabían la noticia. «Aún no he podido felicitarlo, le he mandado un email», canal de comunicación al que han tenido que recurrir para hacerle llegar las felicitaciones. «Tiene que estar abrumado», dicen.
Y por los pasillos estaba el catedrático del departamento de Filología y Culturas Europeas y Filología Catalana, Lluís Meseguer, quien comentó que la obra premiada, Yo, Julia, «recuerda» el título Yo, Claudio. «Construye una relación entre el mundo latino -en el cual, Santiago Posteguillo es, actualmente, de las voces literarias y narrativas más importantes de España- y la idea de la visibilización de figuras narrativas, en este caso de mujeres, que, precisamente, por su condición de mujeres, no han tenido la visibilidad que han tenido otras figuras». «Representa una relación entre la cultura romana y la actual respecto a un campo, actualmente muy vivo, como es de la visibilización de la situación de las mujeres en la contrucción del mundo», comentaba Meseguer.
Asimismo, el catedrático destacó de Posteguillo ser «un narrador de la época del imperio romano» y que «no solamente es un artista de la palabra narrativa, en el sentido de la creación literaria, sino también un auténtico investigador, y entendedor de la psicología humana a través de los personajes históricos».
Por su parte, la profesora Nieves Alberola, compañera de departamento de Posteguillo, destaca que es una persona «fantástica, muy buen compañero y profesional. Muy entregado a su labor docente e investigadora».
El alumnado
Carla Dionis y Lucía Bellés son dos exalumnas de Posteguillo de la promoción de 2016. Dionis lo tuvo de profesor durante cuatro años (cursó todas las asignaturas de literatura) y destaca que era un profesor «muy justo». «En los exámenes siempre nos preguntaba por temas que habíamos profundizando en clase. Nunca puso una pregunta sobre temario que no dimos, cosa que sí hacen otros profesores. Tiene una gran facilidad de comunicación y se nota cuando aborda temas que domina», apunta Dionis. Bellés destaca las clases amenas, con explicaciones teóricas pero con materiales más dinámicos. «Nos hablaba del autor, su vida, las obras,... pero introducía material más práctico como audiovisuales e incluso fotos de sus viajes a localizaciones de algunas obras», dice Bellés. En cuanto a la relación con el alumnado, comentan que en clase era más difícil interactuar pero que en las horas de tutoría era «muy amable», recuerdan.
Su alumnado de este año, al que da clases de Literatura Inglesa, dicen que es un profesor «muy paciente», de gran gesticulación y un gran comunicador. «Habla muy bien, y habla muy bien en inglés», comentaron ayer al finalizar una de las clases en el laboratorio. Además, dicen que es muy cercano y que, justo hace unos días, atendió a uno de ellos al finalizar la clase «durante bastante tiempo y sin problemas». En cuanto a las clases, le definen como un profesor tradicional pero «interactivo». «Nos da las clases teóricas pero también nos pone películas. El primer día nos puso El señor de los anillos», comentaron. Enrique Fernández, uno de sus alumnos de este año, leyó su obra La noche en que Frankenstein leyó el Quijote hace años y dice que, ahora, en algunas clases, le recuerda algunos detalles de este libro. Hoy tienen clase con él con felicitación sorpresa.
