Apesadumbrados, dominados por las frustraciones, sádicos, aislados, sin identidad, enfrentados a las normas sociales, absurdos... Estos son algunos de los rasgos con los que el guionista griego Efthimis Filippou dibuja a los personajes de películas como Canino, Alps o Langosta. Son, pues, la demostración de que el Mediterráneo define muchas más cosas que la nostalgia de un verano, una fiesta milenaria o una dieta saludable. «Las diferentes realidades del Mediterráneo», como dijo el alcalde Joan Ribó poco antes de que la actriz y directora alicantina Lola Blasco le entregara a Filippou la primera Palmera de Honor de la 33ª edición de la Mostra de València, cuya gala de presentación tuvo lugar ayer por la noche en el Palau de la Música.

«Después de un paréntesis de seis años, recuperamos la Mostra con el objetivo de que los valencianos y valencianas puedan volver a disfrutar del certamen cinematográfico por excelencia del Mediterráneo», señaló Ribó en su discurso, en el que reivindicó a València como «un espacio de encuentro y producción artística». «Con la recuperación de la Mostra -añadió-, queremos resituar nuestra ciudad como referente cultural y también como vertebrador social de las diferentes realidad del Mediterráneo».

Seis años hace -desde que el PP suspendió su celebración en 2011 con motivo de la crisis- que la Mostra no celebraba una gala inaugural. Así también lo recordaron al iniciar el acto (dirigido por Salva Bolta) sus presentadores María Minaya y Miquel Vinyoles: «La Mostra vuelve con ilusión y fuerza, con un nuevo equipo y nuevos retos al mismo tiempo que recupera sus objetivos principales: la puesta en valor de la cultura, la reivindicación de los oficios del cine y la apuesta decidida por una esencia mediterránea, que implica una forma de ver, de sentir y de crear con matices propios, al margen del discurso audiovisual hegemónico».

También la directora técnica de la Mostra, Rosa Roig, destacó la vocación de «diversidad» con la que renace el certamen, una Mostra que «se remunicipaliza y se hace de la ciudad para la ciudad». Mucha ciudad pero poca Generalitat. Sólo el conseller de Educació i Cultura, Vicent Marzà, acudió en nombre del Consell.

Tras las palabras de Ribó y Roig se presentaron las once películas que conforman la Sección Oficial, una selección «con la que se quiere tomar el pulso a la creación audiovisual de todas las riberas del Mediterráneo», señalaron los presentadores, que también dieron cuenta de las otras secciones, y recordaron los homenajes para Carles Santos y Josep Anton Pérez Giner.

La gala concluyó con la proyección de M'esperaràs?, la película dirigida por Carles Alberola. Pero antes, Maria Minaya y Miquel Vinyoles despidieron el acto invitando a los espectadores a las salas y deseando que «València, ciudad refugio, lo sea también del mejor cine».