Su ponencia «Just what is it that makes today's institutions so different, so appealing? (after Richard Hamilton)» cerrará el congreso «Más allá del museo», que se celebra entre hoy y mañana en el IVAM. La charla versará sobre instituciones contemporáneas que han sido pioneras en nuevas formas de exponer el trabajo de artistas vivos, de encargar obras de arte y de exponer colecciones y archivos.
¿Qué dirección deben tomar los museos del siglo XXI?
Los museos son una clase de espacio cívico. Ofrecen espacios donde la creatividad es fundamental, donde podemos reflexionar sobre la estética, la otredad, la naturaleza del ser y el soñar. Pueden ofrecer múltiples perspectivas sobre la sociedad y la historia, sobre la identidad y la representación. Pienso en ellos como espacios para el pensamiento no instrumentalizado. Los museos pueden dar a los artistas espacio para hacer frente a los aspectos más oscuros de la humanidad. Existe un eros en el museo y cada vez más un aumento del sentido del juego. Siempre que la sociedad pueda permitírselo, creo que los museos deberían ofrecer entrada gratuita. ¡Se podría decir que las colecciones públicas ya han sido pagadas por el público, por lo que merecemos acceso gratuito! Al igual que la Tate, ofrecemos entrada gratuita a una variedad de muestras, pero pedimos a los visitantes que paguen por las exposiciones temporales relevantes.
¿Cómo aborda la programación de un museo como la Whitechapel Gallery?
Londres tiene un paisaje cultural abarrotado. Nuestra tarea es identificar a los artistas o los temas que nos parecen importantes hoy en día, al mismo tiempo que tenemos que conocer los terrenos que cubren nuestros colegas. Creo que lo que nos distingue es nuestro legado: mis predecesores ayudaron a establecer un programa que se negó a excluir a los artistas debido a su género, etnia, procedencia o medio. Espero que aprovechemos ese generoso abrazo de la diversidad de la expresión creativa.
En la Tate Modern, trabajó en la ordenación temática de la colección, dejando apartada la ordenación cronológica, ¿cómo cree que debe ser hoy y en el futuro la relación de un museo con su colección?
El enfoque temático fue increíblemente liberador, pero no pretendía reemplazar una ortodoxia con otra. Ahora creo que los museos deberían tener la libertad de experimentar con su colección. Si permanecen estáticos pueden volverse invisibles. Hay que poner las obras de arte históricas en diálogo con lo contemporáneo, abordar las lagunas inevitables en cualquier colección, reveler nuevas perspectivas sobre obras ya conocidas. Todo ello debería ser posible.
Además de las exposiciones, en la Whitechapel Gallery desarrollan actividades como proyectos enfocados al trabajo con la comunidad que vive en el contexto más próximo. ¿Cómo los articulan con la programación expositiva?
Con este tipo de programas queremos plantear casos de estudio y preguntarnos «¿qué pasaría si??». Nuestros programas públicos ponen a los profesionales de la cultura, críticos y comentaristas en diálogo con el público de un modo en que esperamos que haya reciprocidad y reconozcamos que todos tenemos algo que aprender de los demás.
