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Entrevista

Carles Chiner (Gener): "Intento siempre luchar contra mis prejuicios musicales"

«Queríamos hacer un disco con canciones muy diversas para darle un aspecto de red social, donde lo más banal convive con lo más profundo»

Cuenta Carles Chiner que «Cante el cos elèctric» habla de «nuestra relación con el tiempo de las máquinas, de lo bueno y de lo malo». «Estamos todos a tope en las redes, donde el cerebro y el corazón tiran humo y creamos bandos y estamos superpolarizados», advierte y de ahí el aspecto de «collage» musical del álbum. Eso sí, avisa Chiner que «aunque es un disco que entra rápido, tiene varias escuchas y ciertas complejidades».

P Les ha salido un disco de esos de ir escudriñando, tanto en las letras como en la música...

R Es más pop y más abierto que «Oh, germanes», se deja impregnar por más cosas: por el soul, por la psicodelia€ Queríamos hacer un disco en el que hubiera canciones muy diversas para darle un aspecto de red social, donde lo banal convive con lo más profundo. En las redes estás viendo una noticia sobre la guerra que te encoge el corazón, y después bajas y te encuentras con un meme de Julio Iglesias. Queríamos ese aspecto par el disco, que la siguiente canción te asaltara de alguna forma, que te mantenga en alerta respecto a la anterior.

P ¿La buena acogida de «Oh, germanes» es lo que le ha dado coraje para volver a hacer otro disco conceptual?

R Soy guionista y tengo tendencia a lo narrativo y a imponerme límites y fronteras como forma de mantener la libertad. Yo ya tenía un par de canciones hablando de esto, y tenía la base del poema de Walt Whitman, que lo escribió cuando las máquinas eran muy bienvenidas en la sociedad. Y después Ray Bradbury tomó el título para hacer su relato desde un punto más pesadillesco. Quería traspasar ese discurso a hoy en día, pero no siendo únicamente crítico, sino cantar a la vida y a las personas en el tiempo en el que nos ha tocado vivir.

P Pero cuando canta que «podremos estar vivos, todos colgando de un muro» no parece que lo haga como algo muy deseable...

R Ese tema habla desde el miedo de la carne al verse superada por otras cosas. Pero sí creo en lo tecnológico, y el hecho de que en una nube tengamos una cantidad de información ingente y que podamos traspasarla me parece asombroso.

P El relato de Bradbury también parece optimista respecto a ese futuro de convivencia con los «cuerpos eléctricos»...

R Sí, Bradbury tenía una visión muy humanista de cómo debía ser la relación de la tecnología con las personas. Y nunca perdía de vista la carne, el cuerpo y el alma. Es crítico desde un punto de vista muy poético y poco dogmático, sencillo pero con un fondo de sabiduría muy grande.

P ¿Le ha pesado el éxito de «Oh, germanes» a la hora de afrontar este nuevo trabajo?

R Sí tenía cierto miedo porque era complicado repetir algo que había funcionado bien. Pero cuando empezamos a trabajar con las nuevas canciones tratamos de cerrarle la puerta a ese miedo. No se puede crear en base a lo que has hecho antes o de lo que piense la gente.

P A mí éste me parece un disco más accesible que el anterior...

R A mí también. Pero no es así para llegar a más gente, sino porque nos apetecía simplificar en la estructura y la apariencia, que los arreglos no estuviesen por encima de todo. «Oh, germanes» es un disco más ampuloso en ese aspecto, las guitarras están siempre al límite de romper la señal. Queríamos ahora una cosa más depurada, con las melodías más arriba.

P ¿Por qué han vuelto a confiar en Paco Loco como productor?

R Porque nos gusta mucho el proceso de grabar con él, te lanzas al vacío y tienes 10 días para hacerlo todo, y eso te pone las pilas. Y también porque conserva los estilos de grabación de los 60 y 70, dándole mucho sentido a la toma de sonido y trabajar menos la postproducción. Y eso hace bien a una banda como nosotros, con tendencia a cargar las canciones de arreglos.

P ¿Esa manera de cantar suya tan expresiva, qué le debe al Carles Chiner actor?

R Todo lo que he hecho de actor me ha llegado a través de la música. Pero la forma de abordar cómo canto desde que se creó Gener tiene mucho que ver con algo que aprendí de la actriz María José Peris, que es como una madre espiritual para mí. Hice un proyecto con ella en Russafa Escènica, donde nos obligaba a dejarnos llevar por las emociones. Y eso ahora lo hago mucho. Soy un compositor que ha encontrado en su voz un vehículo para cantar lo que compone.

P «Cante al pa que amb les mans feia el pare», dice en uno de los temas del disco. Esa es una referencia muy familiar...

R Sí, me he criado en un horno y de los 14 a 21 años no tuve verano porque mi padre me pillaba para ir a trabajar el pan. De adolescente lo llevaba fatal, yo lo que quería era salir y drogarme (ríe). Pero con el tiempo lo he agradecido porque me enseñó el valor del trabajo y de perseverar. Yo soy una persona muy dispersa, creativamente también, y en el horno de mis padres aprendí la poca constancia que he tenido en mi vida y que me ha permitido acabar proyectos.

P Hablando de familia, usted tiene un niño pequeño...

R Sí, Ray, como el Bradbury.

P ¿Le ha influido la paternidad en su trabajo como músico?

R Me ha hecho mucho bien. Los creadores somos demasiado egóticos y tenemos demasiados momentos en la vida en los que estamos pendientes de nosotros mismos. Un nano te da la distancia suficiente para darte cuenta de que no eres tan importante y para que estés al servicio de los otros. A mí me ha dado mucha libertad.

P ¿Se considera un músico permeable a nuevas propuestas?

R Puede que antes haya sido muy prejuicioso, y tengo una parte muy conservadora ante nuevas propuestas, pero siempre intento muy conscientemente luchar contra eso,. Pienso que es muy sano empaparte de cualquier propuesta, musical, audiovisual, de lecturas... Cuando sólo escuchas música para hacer música acabas repitiendo cosas que ya están hechas.

P ¿Y una vez publicado el disco y se presente en directo el 19 de enero, qué?

R Nos gustaría prodigarnos en los lugares más interesantes de València y cercanías, y si puede ser en los festivales. Y también intentar pisar algo más fuera del territorio valenciano, en Mallorca y Cataluña.

P ¿Y en el resto? ¿Es una barrera cantar en valenciano?

R Lo veo complicado, pero no es algo que nos preocupe demasiado. No podemos estar dándole a la cabeza sobre qué tenemos que hacer para que nos escuchen más. Contra el prejuicio de que no nos escuchen sólo porque cantamos en valenciano no podemos hacer nada.

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