La fábula de Vinz Feel Free y Txema Rodríguez tomará el famoso Carrousel du Louvre de París, cercano al museo que alberga obras maestras de la historia del arte. Los valencianos exponen del 8 al 11 de noviembre en el Fotofever de París, un certamen que muestra lo último en fotografía contemporánea internacional.

En una de las salas de este centro se podrán ver «Recompensa #5» y «Recompensa #03», obras que fueron expuestas en la monumental muestra que los dos artistas crearon ex profeso para la Sala Ferreres del Centre del Carme, organizada por el Consorci de Museus de la C. Valenciana.

La feria Fotofever exhibe en 2.500 m2 obras de decenas de artistas de todo el mundo que tienen la fotografía como principal fuente de experimentación. En esta larga lista, se encuentran 13 españoles, como Miguel Soler (Barcelona), Irene Cruz (Madrid), Gael del Río (Barcelona), Javier Hirschfeld Moreno (Málaga), Irene Royo (Barcelona), César Ordóñez (Barcelona), Fernando de France (Madrid), Israel Ariño (Barcelona), Miguel Vidal (Pontevedra), Jordi Comas, AnaHell o Pilar du Breuil. La pasada edición recibió cerca de 10.000 visitantes, 2.000 de ellos con acceso VIP.

Fotofever es un encuentro entre coleccionistas, artistas, galerías y amantes del arte contemporáneo desde hace siete ediciones. Se celebra en el Carrousel du Louvre, un centro comercial subterráneo que toma el nombre del museo parisino por su cercanía. De hecho, estas galerías comerciales cuentan con uno de los múltiples accesos al Louvre. El Carrousel saltó a la fama internacional en febrero de 2017 como consecuencia del ataque terrorista que hirió a unos militares que patrullaban los accesos al museo.

Trabajo colaborativo

Con la ayuda de más de 50 personas anónimas, Vinz Feel Free -artista plástico- y Txema Rodríguez -fotógrafo- se embarcaron en esta fábula hace más de dos años. El objetivo de los artistas era plasmar los valores de la pilota valenciana para homenajear a los profesionales que la han forjado, así como a la propia sociedad valenciana. «Joc» fue un trabajo artístico colaborativo donde también se plasmó la presencia de la mujer en contraposición a un deporte eminentemente masculino, así como la participación de personas homosexuales o transexuales de forma que en la muestra estuvieran representados todas las tendencias y orientaciones sexuales que definen actualmente a la sociedad. Los artistas se enfocaron en la estética de la pilota para crear un juego visual impactante.

La muestra se componía de 100 piezas que jugaban con la hibridación de lenguajes y de estéticas para dotar a cada capítulo de una identidad propia. Durante la exposición, la Sala Ferreres se transformó en un gran templo pagano presidido por los dioses de la pilota, con un Genovés de cuatro metros de altura como epicentro de la sala. Junto a él se recordaba a Rovellet, Eusebio, Sarasol II, Fredi, Grau, Álvaro y Xatet de Carlet.

La muestra estuvo en el Centre del Carme durante tres meses y parte de ella, puede que acabe ahora en el hogar de algún coleccionista.