El teatro y la Historia se dieron ayer, una vez más, la mano. El vestíbulo del Teatre Principal fue el escenario en el que el mito de Antígona y su puesta en escena por la compañía valenciana La Ferroviaria sirvió de pretexto para abordar el doloroso derecho de enterrar a los muertos.

El Institut Valencià de Cultura (IVC) organizó un diálogo -moderado por la subdirectora de Levante-EMV Isabel Olmos- entre Paco Macià, director del espectáculo y autor de la versión Antígona; Santi Vallés, investigador y presidente de la Associació de Familiars de Víctimes del Franquisme de la Fossa 113 del Cementeri de Paterna, y Albert Girona, historiador y secretario autonómico de Cultura.

Emocionado en más de una ocasión, Vallés aseguró que «más que la cantidad de tiempo que hemos dedicado a la búsqueda de nuestros familiares [en su caso, un tío], lo que cuenta es el sentimiento y la experiencia vital; lo que era un sufrimiento familiar, ahora es compartido», explicó. Para Vallés, «el mito de Antígona se identifica con el llanto de las mujeres» que no pudieron enterrar a sus familiares igual que la heroína de Sófocles no puede enterrar a su hermano por contravenir las leyes del Estado.

Vallés se preguntó en este sentido si «la cultura nos ayudará» a «sobrellevar el trauma que venimos arrastrando». De ahí que sostuviera que «el derecho a enterrar es tan básico como poco revolucionario».

En el encuentro, titulado «Antígona: las voces de la memoria», Vallés reivindicó que «lo muertos sean de toda la sociedad», dijo en lugar de reivindicarlos solo hacia un lado. Recordó la alegría que sintieron cuando se judicializó las exhumaciones de la fosa 113 de Paterna y la desolación cuando se archivó la investigación poco después. De ahí que señalara su intención de ir a Bruselas para reclamar «la justicia que en nuestra casa se nos niega».

Lamentó que en las fosas están las personas «que murieron por defender los derechos» y lamentó expresiones como «abrir heridas». «¿Abrir? Siempre han estado abiertas», dijo, para asegurar que «no hay mejor clase de Historia que acercarse a una fosa o cuneta y ver cómo están los muertos».

Macià, por su parte, recordó lo «universal» de Antígona, aunque matizó que «sabíamos que la referencia a las cunetas era totalmente necesaria». «Me interesaba el mito porque es transversal a la Historia».

Cerró el acto el músico Pau Alabajos, que interpretó su canción Fosses del silenci y la adaptación de Ovidi Montllor del poema de Vicent Andrés Estellés M´aclame a tu.