¿Cómo es «Los señores del tiempo», la novela que pone fin a la «Trilogía de la ciudad blanca»?
Son dos novelas y dos géneros en una. Es una novela histórica dentro de un thriller. Me compliqué la vida porque en el thriller, si nos basamos solo en el «quién ha sido», tienes que innovar. Los lectores de novela negra son muy versados y siempre están investigando. Quería darles más y les dí dos novelas. Maridar todo eso, vincularlo al presente y que los protagonistas, aunque se lleven mil años, ellos y sus linajes estén conectados ha sido un reto creativamente. Ha sido un cierre épico: por escribirlo, por la temática y por las ventas del fenómeno.
¿Por qué tres volúmenes y no cuatro o más?
Cuando empecé a trabajar en la trilogía me centré en el guion aristotélico: planteamiento, nudo y desenlace. El silencio de la ciudad blanca es el planteamiento; Los ritos del agua, el nudo y Los señores del tiempo, el desenlace. Siempre tuve claro que serían tres. Ahora me preguntan mucho si de verdad es el cierre de la trilogía. Sí, lo es.
¿Este éxito no le hace plantearse alargar el fenómeno?
Escribir es muy difícil y meterte en un proyecto mucho tiempo tiene que retarte y salir de ti. No puede surgir por una causa externa como es el éxito. Siempre he escrito lo que me ha apetecido y esto es parte del éxito. Tampoco tengo presiones por parte de la editorial. Ni si quiera de fechas de entrega o temas.
¿Cómo se prepara una para no repetirse en tres volúmenes?
Primero va la documentación y después empieza la parte más creativa y libre, que es la planificación de la novela, cuando escribes la escaleta de escenas y vas trabajando los personajes. Cuando lo tengo todo cerrado y planificado me doy permiso para empezar con el primer borrador, que es el más difícil, 500 páginas en blanco y escribir. Primero va la guionista y luego la escritora. Luego va el trabajo más bonito que es pulir, darle mas capas hasta que parezca real, que los lectores crean que esos personajes que nunca han nacido pueden ser sus vecinos.
¿Cómo encaja el éxito de la saga?
Cuando te llega con 46 años y 26 de vida laboral ya tienes la cabeza muy asentada. No ha habido un momento «cenicienta». Todo empezó en 2012 con La saga de los longevos y todo ha ido a más. Te vas haciendo un nombre en el panorama español y hacer una película también te hace ver que todo va tomando una importancia.
¿Cómo va la película basada en «El silencio de la ciudad blanca»?
Hasta enero no me enseñarán el resultado final y se estrenará después del verano en una gran festival de cine. Estoy muy satisfecha con el reparto.
¿Qué nuevos proyectos tiene en mente?
Es prematuro, aún no me he planteado nada. Ahora estoy inmersa en la gira y promoción de esta novela. Y me gusta que sea así. Me gusta no saber que voy a estar escribiendo dentro de un año. Tampoco me planteo géneros, que para mí son muy externos. La saga de los longevos tenía una premisa dramática que no estaba circunscrita a un género concreto. Escribía personajes, no géneros. Con ella aprendí que todo el mundo me iba a exigir un género, pero me siento muy libre.
¿Se publica demasiado actualmente?
Más bien creo que se lee poco. Una sociedad lectora es una sociedad más empática, más madura, más conectada y más inteligente emocionalmente. Todo lo que se publique está bien. Hay miles de personas plasmando la vida en sus novelas.
