En verano de 2012 la pequeña localidad de Borja acaparó todo interés mediático debido al intento de restauración de una pintura mural del Ecce Homo que se encontraba en el interior del Santuario de Misericordia.

Debido al mal estado en el que se encontraba la pintura, Cecilia Giménez, de 81 años y aficionada a este arte, quiso retocarla, repintando encima del mural, sin contar con los conocimientos técnicos para una restauración.

La obra que todos tenemos en mente se convirtió en el protagonista de todos los memes y bromas de internet, convirtiéndose en el Ecce mono, e incluso llegó a coger fama mundial. Seis años después, la pintura sigue generando interés y casi 200.000 visitantes han acudido a ver la obra de Cecilia.

Las tallas de la ermita de Rañadoiro

Pero el caso de Borja, no es el único que ha generado interés. Recientemente, ha ocurrido algo similar en Asturias, en Rañadoiro. Una vecina del pueblo decidió, "con permiso del párroco", arreglar tres figuras de la ermita del lugar. Sin estudio ni nada, el resultado dará mucho de qué hablar: se trata de tres piezas de los siglos XV y XVI que han quedado "restauradas" de forma más que peculiar. "Yo no soy profesional, simplemente las figuras estabas horrorosas y las quise pintar para ponerlas mejor", explica esta mujer, una de los 16 vecinos de Rañadoiro.

El púlpito de la Catedral de Nuestra Señora de Baeza

La catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza, en la provincia de Jaén, fue declarada 'Bien de Interés Cultural en 1931' y forma parte del conjunto monumental de la ciudad. Sin embargo, en su interior también alberga otro Ecce Homo, como desveló El País. Se trata de dos figuras pintadas en el siglo XVI y presentes en el púlpito del templo. Los personajes bíblicos de Sansón y otra mujer parecen hoy en día dos monigotes.

Según declaraciones de Teresa López Obregón al citado periódico "el púlpito lleva así muchos años". Cuenta la restauradora de obras de arte que la catedral sufrió mucho durante la guerra civil y "alguien con buena voluntad intentó restaurar el púlpito" sin ningún tipo de técnica.

La talla de San Miguel Arcángel, en Peñaranda

El pueblo salmantino de Peñaranda de Bracamonte también tiene su propio vecino restaurador. La 'víctima' de la vecina es el patrón del pueblo, San Miguel Arcángel, una talla del siglo XVII que se encuentra en la ermita del Humilladero.

El nuevo Ecce Homo de Salamanca

El nuevo Ecce Homo de Salamanca

El ecce homo de Peñaranda de Bracamonte. Agencia Atlas

La talla de San Jorge en Estella

La iglesia de San Miguel de Estella, en Navarra, tenía una talla policromada de San Jorge del siglo XVI, que muestra al santo a caballo, con armadura, matando al dragón. Tras la "restauración" las críticas no tardaron en hacerse oír: "Ha quedado como un soldadito de plomo", se escuchaba entre los vecinos, descontentos con el trabajo.

Por su parte, la Asociación de Conservadores-Restauradores de España (ACRE) criticó que personal no capacitado hubiera destruido "una joya del patrimonio navarro".

El ángel de la parroquia de Reinosa

Otro caso que ha generado interés es el del ángel de la Parroquia de Reinosa en Cantabria. La pintura se encuentra en una de las zonas más altas del retablo mayor de la parroquia de San Sebastián. Se trata de una cara con pelo negro, una gran sonrisa y coloretes en las mejillas. Pero lejos de recordarnos a un ángel, el dibujo restaurado nos evoca algún dibujo televisivo más cercano a Heidi.

La mayoría de las obras que se han "restaurado" con resultados catastróficos responden a la buena voluntad de aficionados, gente vinculada a la parroquia o templos de donde pertenecen las pinturas o esculturas, que no tuvieron demasiada fortuna en su propósito. No obstante, cada vez que surge un nuevo caso se desata polémica entre restauradores y conservadores que reclaman medidas para acabar con el intrusismo en su profesión.