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Entrevista

José Guirao: "Doblaremos la aportación a Les Arts hasta 1.200.000 si hay Presupuestos en 2019"

«El Ministerio de Cultura no es la caja pagadora de cualquier proyecto que se reivindique. Solo participará en los proyectos que comparta»

José Guirao: "Doblaremos la aportación a Les Arts hasta 1.200.000 si hay Presupuestos en 2019"

Al ministro de Cultura le gusta hablar y también escuchar. José Guirao (Pulpi, Almería, 1959) era un reconocido gestor cultural y experto en arte ya antes de llegar a ministro. Ahora aplica esa misma racionalidad en los temas que afectan a su gestión gubernamental. Llega a València con los temas aprendidos, Les Arts, IVAM, González Martí, Bellas Artes y para conocer en primera persona Bombas Gens, un proyecto del que se habla mucho en Madrid y que le ha enamorado. Pero improvisa en su apretada agenda un encuentro con los chicos de Mongolia porque también pretende abanderar el necesario discurso de la tolerancia.

València ha suspendido una función de cómicos y ha estado a punto de cancelar otra. Además de un horror, ¿es una preocupación?

Son síntomas muy preocupantes de intolerancia, que impiden la expresión de otras ideas, y donde detrás hay posiciones totalitarias y antidemocráticas.

¿Por qué vuelve la intolerancia?

Es una historia casi vieja, que empezó con lo políticamente correcto. Eso se convierte en una unidad de lenguaje y en formas rígidas de entender el mundo. Al final se termina en la censura y la autocensura. Eso es lo preocupante.

¿Malos tiempos líquidos para la lírica?

Cuando en las sociedades se instalan discursos extremos, se instala intolerancia hacia los otros discursos. Mientras que la democracia es el nicho ecológico donde todos los discursos pueden convivir, respetándose, incluso contaminándose. Si hacemos compartimentos estancos de pensamiento y de expresión de ese pensamiento, lo que estamos haciendo son sociedades divididas y más pobres, pero sobre todo intolerantes. Hay que tener actitudes públicas que transmitan que este tipo de comportamientos no son tolerables. Quiero decir que depende de nosotros, que si la sociedad reacciona evitaremos esto.

¿Cómo se va a concretar la ayuda del ministerio a Les Arts?

El ministerio va entrar en el Patronato con el compromiso de aportar más recursos. Ahora mismo, el ministerio está aportando 600.000 euros y la pretensión era doblar hasta 1.200.000 para ir equiparando la aportación a Les Arts con otras instituciones, como puede ser el Teatro La Maestranza de Sevilla. Si finalmente hay presupuestos en 2019 nuestra idea sería duplicar la aportación, si no tendremos que mantener la que hay, y quedará solo el gesto de involucrarnos en el proyecto estando en el Patronato. Quiero destacar que el ministerio en esta etapa solo va a participar en proyectos que compartamos. El ministerio no es la caja pagadora de cualquier proyecto que se reivindique en cualquier sitio, y que por una especie de fatalidad territorial haya que poner recursos.

¿Eso vale para el IVAM?

Vale para todos los proyectos de València y fuera. Es la actitud con la que estoy abordando este periodo. Muchas veces desde las autonomías se generan proyectos, ahí no me meto, pero que tienen una actitud hacia el ministerio solo de carácter económico. El ministerio no es eso, es una institución viva que pretende ser útil a la sociedad española en todos los aspectos de la cultura que pueda.

Por tanto, el proyecto de Les Arts es compartido.

Entramos en el Patronato y planteamos aumentar la aportación económica porque compartimos este proyecto, que se está redefiniendo y va por el buen camino. Ha hecho un proceso de normalización tras una situación complicada, ha solucionado el tema de las deudas y un proceso público para elegir el director artístico - con una buena elección [Jesús Iglesias]-. Todo el planteamiento que está haciendo este patronato nos parece el correcto.

Por falta de tiempo no visitó el Museo de Bellas Artes.

Los problemas que le quedan por solucionar al Bellas Artes son fáciles. Son dos, que sepa. El programa museológico, que a final de septiembre lo entregaron, lo estamos analizando. Paralelamente, para no perder tiempo estamos haciendo los pliegos administrativos para sacarlo a concurso y cuando esté terminado, inmediatamente se contratará. Hay recursos para ello y no hay ningún problema. Luego está el nuevo acceso a través de los Viveros, que ahí también está todo preparado, a expensas de que solucione un tema con el ayuntamiento de redefinición del parcelario y una serie de modificaciones con las que también estamos de acuerdo y que simplemente hay que tramitarlas. Una vez que esté listo para pedir la licencia de obras se terminará ese acceso.

¿El Bellas Artes debería hacer también un concurso público para elegir su responsable?

Hay un director, si se decidiera cambiarlo, se haría por concurso. No es un tema que esté ahora sobre la mesa. Es un momento de rematar todo lo que se ha hecho a lo largo de los años, en vías de solución y arropados presupuestariamente. Ese proyecto se ha hecho con este director, que personalmente no conozco y no tengo opinión sobre su trabajo.

El IVAM ha inaugurado la exposición «Habitar el Mediterráneo». València quiere recuperar la capitalidad cultural simbólica de las dos orillas del mar común.

La he visto, excelente exposición. Todo lo que sea trabajar en el ámbito de la cultura mediterránea estoy completamente a favor. Somos tan parecidos a un lado y otro del Mediterráneo que es trabajar en nuestro medio cultural natural, porque las formas de vida y la cultura tienen una raíz común.

¿Se encontró tan «feliz» en Bombas Gens cómo dijo en un vídeo en redes?

Me ha encantado el espacio. Es un sitio impecable, un espacio expositivo maravilloso y lo que hay expuesto es de primer nivel. Y luego una cosa que me interesa mucho su ubicación, porque vengo de un proyecto un poquito periférico dentro de la ciudad [La Casa Encendida de Madrid]. Las ciudades tienen tendencia a concentrar en los centros históricos, o en los primeros ensanches, todo el equipamiento cultural. Hay que descentralizarlos. Me ha gustado por el proyecto en sí, y porque viene de la iniciativa privada. Es muy encomiable que con recursos privados se dediquen a la cultura y los temas sociales, como su trabajo con chavales en riesgo de exclusión. Reúne todo lo que uno puede soñar para que un proyecto sea bueno.

¿Por fin la iniciativa privada arriesga más que la pública?

No es más o menos, por fin emerge la iniciativa privada y además con proyectos de mucha calidad.

¿Falta la Ley de Mecenazgo?

Nadie me oye, ni me atiende, pero lo repito. La actual Ley de Mecenazgo no está nada mal. Otra cosa es que todos queramos que sea mejorable.

¿Y más porcentaje?

Sí, y estamos trabajando en un borrador para modificar la ley. Me gustaría luchar contra el discurso que dice que hace falta una Ley del Mecenazgo. Tenemos una que permite hacer muchas cosas, lo que queremos hacer, todo el sector y el Gobierno también, es mejorarla y ampliarla.

¿Se ha reunido con la nueva directiva de la SGAE?

Sí, al día siguiente de tomar posesión.

¿Ayudará la SGAE a cumplir la Ley de Propiedad Intelectual?

No lo sé, espero que sí, porque es una entidad que gestiona los derechos de autor que deriva del reconocimiento de la propia Propiedad Intelectual. Sería no solo contradictorio, sino inaudito que una entidad que gestiona derechos de autor no ayudará a cumplir la Ley de Propiedad Intelectual.

Un país que lee es más sano. ¿Cómo se fomenta la lectura?

Hemos recuperado la dirección general del Libro y Bibliotecas que había desaparecido. Es un arco que va desde el creador al lector. Lo primero que hay que hacer es apoyar la industria editorial, a los creadores y traductores, pero sobre todo incentivar las buenas prácticas de fomento de la lectura. Porque al final todo esto existe si hay lectores. El lector es la otra clave de la bóveda. Por ejemplo, desde que llegó la crisis habían desaparecido los fondos para adquisición de libros, y vamos a tener un fondo el año que viene de tres millones y medio, independientemente que haya presupuesto el 19, para firmar convenios con las autonomías y poner a disposición de las bibliotecas públicas la adquisición de fondos.

Las plataformas digitales han lanzado el talento del cine español, aunque el sector se queja que también ha aumentado la precariedad.

Esto es una industria con la particularidad que se basa en el talento. La industria tiene unos canales de distribución. Si ruedas en inglés tienes miles de miles de posibles espectadores. Si ruedas en castellano te diriges a 500 millones de hispanohablantes. Menos si ruedas en valenciano. Lo que pasa con la lengua, pasa con los canales de distribución. Las grandes estrellas de Hollywood pueden cobrar 20, 15 ó 10 millones de dólares por una película que dura noventa minutos. En una serie de televisión los que más cobran por capítulos, que duran 45 minutos, están por debajo del millón. Sin juzgar el tema de los salarios, es cierto que en los últimos años gracias a las series, Netflix que se está instalando en Madrid para toda Europa y Latinoamérica, hay más trabajo para más gente. Veo que el panorama es positivo.

Lo que provoca cambios en los hábitos de consumo, como los jóvenes que solo pagan por Netflix, HBO o Spotify.

Los cambios de tendencia no son para toda la vida. Yo nací en el mundo de la música con el vinilo. Luego aparecieron los cassettes y el cd. Ahora el vinilo está volviendo. Quién nos dice que no va a volver el cine en pantalla grande, que no se ha terminado de ir pese a una durísima competencia con los teléfonos, las tabletas y los ordenadores. Cuando apareció el libro electrónico, los apocalípticos dijeron que el libro en papel iba a desaparecer en pocos años. No ha desaparecido, y hay mucha gente que lo compatibiliza.

¿Qué papel juega el Ministerio de Cultura en un estado autonómico?

Se pueden marcar tres grandes apartados. Uno, es el responsable de las instituciones del Estado -las bibliotecas, los archivos históricos provinciales, los museos nacionales-. Por otro lado tiene un deber, y en mi caso además una voluntad, de cooperación con el resto de las instituciones, fundamentalmente las autonomías, y ese deber es participar en proyectos que surgen de esas autonomías, como lo que he dicho antes sobre Les Arts. Así el ministerio tiene un valor simbólico que marca la cultura y el acompañamiento a los creadores. Y además, una cuarta pata, un valor fundamental de relación internacional que cada vez es más importante.

¿Se puede imaginar la cultura al margen de la política?

La cultura puede estar con la política, delante, detrás? La cultura está en cualquier lugar donde dos personas decidan intercambiar ideas. La cultura es el resultado de la convivencia, de la adaptación al medio, de la creatividad, de la proyección de futuro y a su vez de lo que hemos heredado.

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