El tiempo mejora el arte. Esa perspectiva relanza la reconocida obra de Andreu Alfaro (València, 1929 - Rocafort, 2012), un artista que figura entre los escultores esenciales del siglo XX. Un autodidacta de una creación diversa pero de vocación insaciable. Mientras comía era capaz de lanzar los macarrones y abrirlos con un el vaso. «Los macarrones newtonianos», los llamaba, según reconoció J.F. Yvars, uno de los amigos de Alfaro.
El exdirector del IVAM e historiador del arte abrió ayer las jornadas «Coloquio Alfaro» de la Fundación Bancaja que complementan la exposición «Alfaro. Laboratorio de formas escultóricas». Yvars, que se reconoció un «parásito» de muchos ágapes en casa de Alfaro, disertó sobre «La tiranía de las formas» en la trayectoria del escultor. Reseñó que le interesaba la experimentación y la «desviación de las formas».
Yvars dibujó un lector culto, un artista curioso de su tiempo con un proceso creativo único y con el convencimiento de que la escultura debe recuperar su carácter público y conmemorativo. También con una declarada tendencia europeísta.
Fundación Bancaja ha reunido a los amigos de Alfaro. Tres recientemente fallecidos «en pocas semanas», como recordó Yvars. Se refería al artista Eduardo Arroyo, la exministra Carmen Alborch y al crítico de arte Francisco Calvo Serrater. Entre ayer y hoy estarán Artur Heras, Boye Llorens, Álvaro Siza, Tomàs Llorens, Juan Manuel Bonet, Manuel Vicent, Raimon y Francesc Pérez Moragón.
Monjalés, uno de los primeros amigos de Alfaro, se pasó por el centro cultural de la plaza Tetuán antes de viajar a Madrid para asistir a la presentación de la exposición «Poéticas de la democracia. Imágenes y contraimágenes de la Transición» que inaugura mañana el Reina.
Punto de encuentro
El objetivo de las jornadas es «servir como foro de reflexión y punto de encuentro entre grandes conocedores de la vida y la obra de Andreu Alfaro para contribuir a un mayor conocimiento sobre la relevancia y la influencia de uno de los escultores imprescindibles en el arte contemporáneo», aseguró Rafael Alcón, presidente de la Fundación Bancaja. El coloquio está coordinado por los comisarios de la exposición e historiadores del arte Tomàs Llorens Serra y Boye Llorens Peters.
El hijo del escultor, Andrés Alfaro, y el artista Artur Heras, dialogaron sobre las relaciones de Andreu Alfaro con artistas coetáneos y otros intelectuales como Joan Fuster. Y el arquitecto portugués Álvaro Siza mantuvo una conversación con Tomàs Llorens sobre la relación entre la arquitectura y la escultura.
Las jornadas continúan esta mañana (10:30h.) con una conferencia sobre los años de Alfaro en el Grupo Parpalló a cargo del crítico de arte Juan Manuel Bonet, y finalizarán con una mesa redonda, a las 12 horas, en la que participarán el escritor Manuel Vicent y el cantautor Raimon y en la que se reflexionará sobre la obra de Alfaro y su papel en la cultura valenciana de la segunda mitad del siglo XX.
Mientras tanto, la exposición «Alfaro. Laboratorio de formas escultóricas», una «de las mejores que he visto porque las obras respiran», destacó Yvars, se puede ver hasta el 24 de febrero.
