El cuerpo de ballesteros del Centenar de la Ploma ha sido popularizado por el «Gran retaule de Sant Jordi» porque fue esta institución la que encargó la obra en el siglo XV a Marçal de Sax para su sede, situada donde ahora está el Teatre Principal. Con la Nueva Planta, la milicia desapareció y el retablo pasó a la iglesia de Sant Jordi, que también fue derribado en el XIX y la obra cayó moribunda en unos almacenes municipales. Un anticuario francés la adquirió y dos enviados de la reina Victoria de Inglaterra la compraron por 800 libras (algo menos de mil euros). En aquellos años, la «Ascensión» de Donatello fue comprada por 300 libras.