La Generalitat no ha logrado que el Retaule de Sant Jordi, también conocido como El Centenar de la Ploma, el gran retablo gótico de Marçal Sax que representa al Conqueridor en la batalla del Puig, regrese a tierras valencianas de forma temporal. Ayer, Ximo Puig, jefe del Consell, y Tristam Hunt, director del Victoria and Albert Museum, donde se encuentra la histórica pintura desde el siglo XIX, firmaron un memorándum por el que el museo londinense se muestra dispuesto a prestar a la Generalitat las tablas de la predela para que el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración y Investigación (IVCR+i) «lleve a cabo una investigación técnica en profundidad y su restauración». También abre la puerta a colaboraciones futuras y a que restauradores valencianos estudien in situ la documentación y conservación. A la firma del memorándum acudieron junto a Puig el conseller de Cultura, Vicent Marzà, y la director general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga. Se espera que el cuadro llegue a València en 2019.

En el acto de la firma, el director del museo señaló que es una pieza «increíblemente frágil» y por tanto no puede viajar, pero la predela «ofrece una oportunidad para esta colaboración en investigación y conservación». Se trata de una parte que no ha sido aún restaurada y podría tener «nuevas perspectivas en cuanto a los materiales y técnicas» que se utilizaron.

Ximo Puig destacó que «es una obra clave en el gótico internacional destinada a conocer su verdad, cuántas manos la elaboraron y qué técnicas se utilizaron, es una obra a descubrir por su simbología y por su autoría». Y subrayó que las 32 escenas del Retaule «representan la esencia del pueblo valenciano», marcado «por la determinación y la valentía».

El Centenar de la Ploma se encuentra en territorio londinense desde 1864 y el Victoria & Albert Museum nunca ha cedido la obra. Hace más de una década que la Generalitat intenta que el retablo viaje a la C. Valenciana con la ayuda de agentes de política exterior, como la embajada española, y de profesionales especializados en materia artística y de patrimonio.

En 2008 Francisco Camps negoció en secreto la cesión del retablo durante su segunda legislatura al frente del Govern, antes de las celebraciones del Any Jaume I. A espaldas de la embajada española, Camps realizó un viaje en secreto para entrevistarse con el director del museo, Mark Jones. Aquello no sentó bien en la cancillería, lo que pudo acabar influyendo en las negociaciones y las esperanzas depositadas en estas conversaciones, acabaron frustrándose.

El Centenar de la Ploma tiene unas dimensiones de 6,60 por 5,50 metros y lo forman cinco calles donde la central expone la lucha de San Jorge contra el dragón ante la princesa; arriba, la batalla del Puig de 1237, y en la cima, la coronación de la Virgen y Cristo. En las calles laterales se sitúan dieciséis escenas alusivas a la leyenda de San Jorge, en las entrecalles se disponen 24 profetas, y en el guardapolvo los 12 apóstoles. En la predela -que es la parte que podría llegar a València para ser restaurada- se representan diez escenas de la Pasión de Cristo, a falta de una parte central desaparecida.