Cabizbajo, con semblante serio y con gafas de sol oscuras. Así se le vio ayer al actor castellonense Miguel Ángel Silvestre (Castelló de la Plana, 1982) a su llegada al Tanatorio Castelló para darle el último adiós a su padre, el conocido fisioterapeuta Miguel Ángel Silvestre, que fallecía el martes a los 65 años de cáncer. Silvestre llegó alrededor de las cuatro de la tarde, minutos antes de que empezara la misa, y estuvo arropado por su madre, su hermana, familiares y amigos. También contó con el apoyo de su expareja, la actriz Belén López, quien viajó hasta la capital de la Plana para acompañar al artista en estos difíciles momentos.

El castellonense, que se encontraba en México promocionando su última película (La boda de mi mejor amigo) cuando se enteró de la noticia, también recibió las condolencias del golfista Sergio García, quien acudió con sus padres. Otras personalidades que quisieron acompañar al artista fueron: el presidente de Porcelanosa, Manuel Colonques, la responsable de Comunicación del Instituto de Tecnología Cerámica, María Padilla, la concejala del PP, Begoña Carrasco, quien acudió acompañada por su padre, representantes de Macer, el socialista Ignacio Subías, además de médicos y compañeros de trabajo del difunto. Silvestre se mostró muy atento con todas las personas que se acercaron a darle el pésame y agradeció su asistencia al inicio de misa con un gesto de complicidad. Gestos que se repitieron con la que fuera su pareja durante varios años, la actriz Belén López. Se conocieron en 2005 durante la grabación de la serie Motivos Personales y dieron por terminada su relación en 2011. No obstante, López ha seguido manteniendo relación del Silvestre y siente un gran aprecio por su familia.

Para Miguel Ángel Silvestre son, sin duda, tiempos difíciles. La pérdida de su padre supone un varapalo para el artista, que siempre había mostrado gestos de cariño hacia su progenitor. Su última mención fue ayer mismo en su cuenta de Instagram donde le describió como una persona «generosa, de gran bondad». «Lo único que quería mi padre es que yo fuera feliz y que tuviera las oportunidades que él no había tenido. Se ha marchado el amigo al que llamaba a la hora que fuera para compartir una emoción. Gracias papá. Descansa en paz», escribía. Junto estas palabras, el artista colgaba una tierna foto en la que salían él y su hermana junto a su progenitor cuando eran niños.

Tras la misa, los allegados se fueron despidiendo del actor que se quedó junto a los amigos y familiares más director para darle sepultura al que, sin duda, fue un referente en su vida.