«Quería dar protagonismo a la gente anónima y a la memoria, el leitmotiv de mi trabajo. En los relatos de la gente todavía hay miedo y hay silencio», aseguró ayer la dibujante Ana Penyas durante la presentación en València de su última obra, En transición. «No podía ignorar el contexto político y social de cada momento», señaló la autora valenciana, ya que el proceso creativo duró todo un año.

La dibujante, último Premio Nacional del Cómic y primera mujer en recibir este reconocimiento, presentó su obra, que escribió el pasado año, en el Cau Muixeranguer de Benimaclet. La de ayer fue la primera aparición pública de la ilustradora en València desde que en octubre recibió el galardón que otorga el Ministerio de Cultura.

A través de una entrevista «en vivo» a cargo del periodista Rafa Rodríguez (redactor de la revista Verlanga), Penyas explicó los rasgos característicos de En transición, un repaso poco complaciente a los olvidos, disensos y esperanzas colectivas (y casi siempre frustradas) de uno de los periodos más importantes de la historia reciente española.

«He intentado huir de los clichés y de los lugares comunes», detalló Penyas sobre su obra. Mediante 15 ilustraciones y los textos de Alberto Haller, (responsable de la editorial Barlin que ha publicado el libro), En transición se inicia con la II República y la Guerra Civil, sigue con un franquismo de dibujos tristes y entra en el periodo constitucional ilustrando la expectación, las luchas vecinales.

«Escoles gratuites», «Pisos sí, barracas no», «Crear poder popular», aparecen en paredes y pancartas. También aparecen los asesinatos, los olvidos forzosos, la desmemoria... La calle es la protagonista, y a los dibujos vuelven las manifestaciones, los rostros individuales en escenas colectivas y la actualidad política y social del siglo XXI que podría ser también la de los 70.

«Lo que ocurre en la actualidad política española es una consecuencia lógica de lo que narra el libro. Se llama 'En transición' porque ese contexto sigue en movimiento», aseguró el guionista, Alberto Haller, en relación al auge de la extremaderecha y el ascenso de Vox a las instituciones.