El misterio siempre ha rodeado la Sinfonía inacabada de Schubert. Muchos investigadores creen que el compositor austriaco abandonó su composición tras conocer la grave enfermedad que padecía a sus 31 años. Otros, sin embargo, consideran que Schubert pensaba dejarla así, con solo dos movimientos. El dibujante valenciano Manu Blázquez sintió una gran atracción por esta pieza y decidió «descomponerla» y traducirla al lenguaje de las artes plásticas. Ahora, su trabajo le ha valido para ganar la cuarta edición del Premio Nacional de Dibujo DKV-MAKMA, uno de los galardones de dibujo más prestigiosos de España. Su proyecto, llamado «D759 in B minor», se puede ver en el cubo de cristal del exterior del Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM).
«He descompuesto la sinfonía y la sucesión numérica por cada grupo de instrumentos. Sumo notas por compases que luego adapto a una cuadricula concreta», explicó Blázquez ayer durante la presentación, que contó con la participación de Amador Griñó, jefe de exposiciones del MuVIM; Miquel Moreno, director de la delegación DKV València; Vicent Chambó, consejero de la revista MAKMA y comisario de la muestra; y el mismo Manu Blázquez.
El proyecto nació en abril de este año, cuando Blázquez se encontraba en Viena haciendo una residencia artística. «Me asombró lo claro que estaba todo en la sinfonía. Era una lectura muy gráfica y entendí perfectamente cómo podía traducir ese texto musical a otro lenguaje», comentó el artista, cuyo trabajo está marcado por el concepto del vacío y la repetición. Según Blázquez, las piezas que ha creado sobre La inacabada han sido «leídas» por músicos profesionales. «Los violinistas, que tienen un gran protagonismo en la obra, han sabido identificar rápidamente la sinfonía en estos 'dibujos'», señaló el valenciano.
Según el comisario de la muestra, Vicent Chambó, «se trata de un proyecto conceptual que nos permite abordar detalles de la biografía de Franz Schubert, ya que se centra en una lectura plástica sorprendente de su mítica Octava sinfonía».
Amador Griñó, jefe de exposiciones del MuVIM, destacó «la satisfacción por parte del museo de colaborar con un proyecto como este, comprometido con la divulgación y el fomento de la producción artística». También señaló que «la obra de Manu Blázquez establece un diálogo perfecto con los espacios del museo y con el entorno en que se ubica».
Técnica numérica
Según Blázquez, el sistema que ha utilizado para crear las series que se exhiben se ha basado en crear «una sucesión numérica para cada grupo de instrumentos, sumando grupos y compases, para aplicar el resultado gráficamente a una cuadrícula a través de formas y perforaciones geométricas, líneas y vacío. Se pueden ver las series que representan los sonidos como aquellas que recogen el negativo de la sinfonía y el texto musical: los silencios». Según el artista, en la muestra solo exhibe «una parte del proyecto» y la caja de cristal en la que está incrustada permite cuatro puntos de vista diferentes.
El Premio Nacional de Dibujo, ya en su cuarta edición, organizado por DKV Seguros y MAKMA, revista de artes visuales y cultura contemporánea, trata de aproximar el arte contemporáneo al público en general y abrir espacios para el ocio cultural familiar, valiéndose de la potencia, la atemporalidad y los valores inherentes a cuentos, relatos e historias. La exposición de la obra ganadora se podrá ver hasta el 3 de febrero de 2019.
