La Comunitat Valenciana es tierra de buena y variada gastronomía. No solo en el ámbito de la alta cocina, sino también en lo que a aficionados se refiere. Buena cuenta de ello dieron ayer los 80 aspirantes que ayer se presentaron en València a la primera prueba presencial de «MasterChef», que busca nuevos talentos para su próxima edición, la séptima.

Estas ochenta personas son los elegidos de todos los inscritos que previamente habían presentado su candidatura a través de la web del concurso culinario de Televisión Española.

Ayer fue el día de mostrar su valía frente al jurado de cocineros del casting del programa. Por la mañana, debían emplatar en un tiempo límite, 20 minutos. Después, el jurado cataba y valoraba sus creaciones en función de sabor, creatividad o textura y hablaba con ellos sobre su plato y gastronomía. De todos ellos, eligieron a los mejores, que por la tarde debían someterse a una prueba más exigente: un cocinado con un extra de dificultad, pues los responsables del casting les habían dispuesto un ingrediente sorpresa para incorporar en su plato.

Según explica a Levante-EMV David Marsal, jefe del equipo de culinarios de «MasterChef», los aspirantes de la Comunitat Valenciana destacan por el empleo de arroces y sobre todo, pescados y mariscos en sus platos. De hecho, apunta el cocinero, como cada región tiene sus platos típicos, eso se nota en las propuestas de los candidatos. Por ahora, el proceso de selección ha pasado ya por Barcelona, Sevilla, ayer en València, y después estará dos días en Madrid. De todos ellos saldrá el próximo MasterChef 2019.

En cuanto al nivel de conocimiento de los aspirantes, Marsal señala que «en todas las ediciones hay un gran número de participantes que te sorprende», dice en alusión a la creatividad de los candidatos. «Siempre los hay que van más allá», dice el responsable de cocineros del casting, que también apunta a que hay otro gran número que apuesta por la cocina tradicional.

Para Esther González, directora de casting del programa, la clave del éxito del programa está en su capacidad de «cambiar la vida a la gente; eso se ve en que el interés no solo no decae, sino que aumenta el número de inscritos».