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Les Arts reforzará su orquesta al ofertar nueve plazas de músicos y un secretario

La oferta pública incluye un puesto de concertino, del que la OCV carece desde hace cuatro años pese a ser el puesto de más jerarquía tras el director De esta forma la orquesta pasará de 52 a 61 músicos, aún lejos de los 80 «razonables» para «consolidar el proyecto»

Roberto Abbado dirigiendo la Orquestra de la Comunitat Valenciana, titular del Palau de les Arts Reina Sofia. l-emv

Lo dijo Jesús Iglesias Noriega en una entrevista concedida a este periódico el pasado octubre: el primer paso para reforzar la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV) pasa por consolidar las plazas cubiertas de forma provisional «para que los buenos músicos tengan continuidad». «Estamos trabajando en ello y se van a sacar plazas», anunciaba el desde ayer, 1 de enero de 2019, Director Artístico del Palau de les Arts Reina Sofia.

Y, dicho y hecho, el lunes la Generalitat publicó una resolución firmada el 21 de diciembre por la aún entonces directora general de la Fundació Palau de les Arts, Inmaculada Pla (que dimitió la pasada semana), por la que se da publicidad a la oferta de empleo público de 15 puestos de trabajo para esta entidad, de los cuales diez serán para miembros de la Orquesta (uno relacionado con la administración y nueve músicos).

Entre ellos se incluyen dos puestos -un secretario técnico y un concertino- que, según las fuentes consultadas, evidencian el esfuerzo del nuevo patronato presidido por Susana Lloret para mejorar las condiciones de esta agrupación musical que se ha visto tan mermada en los últimos tiempos.

Actualmente la OCV -dirigida de momento por Roberto Abbado- cuenta con 52 plazas fijas, muy lejos del centenar que disfrutan la orquesta sinfónica del Teatro Real de Madrid o la del Liceu de Barcelona, lejos también de las 96 con las que llegó a contar la orquesta de Les Arts en sus mejores tiempos, e incluso lejos de las 80 que, según fuentes de la propia orquesta, sería «razonables» para afrontar con garantías y personalidad propia un repertorio operístico que vaya más allá de las obras del siglo XVIII o anteriores que han predominado últimamente en la programación del coliseo valenciano.

Así, para una representación como la de La flauta mágica de Mozart, que ha estado representándose hasta el pasado 15 de diciembre, la orquesta contaba con unos 70 músicos en la orquesta, de los cuales 53 son los actuales miembros fijos. El resto era de músicos con contratos temporales.

La del secretario técnico -algo así como la mano derecha administrativa del director en la orquesta-, es la plaza más demandada por los miembros de la OCV desde que hace cuatro años se marchase su anterior titular, el catalán Oriol Ponsa. Se trata de un puesto de confianza y, por lo tanto, está fuera del convenio que regula al resto de los trabajadores de Les Arts.

Tampoco hay concertino ­-solista de la sección de violines primeros y considerada la persona de mayor jerarquía después del director- desde hace cuatro año. El último en ocupar esta plaza en la OCV, aunque como «concertino asociado», fue el macedonio Gjorgi Dimchevski, pero en diciembre de 2016 se marchó a la Orquesta Nacional de España, dejando así en excedencia el puesto en València que ocupaba desde 2007 cuando fue fichado por Lorin Maazel y que habría dejado, entre otras razones, desconforme con el trato que recibía la orquesta por parte de la dirección de Les Arts.

Además de la del concertino, Les Arts ofertará otras ocho plazas relacionadas con la sección de cuerdas, una de las que más carencias presenta en la actual estructura de la OCV. Por ejemplo, la orquesta sinfónica cuenta en la actualidad con sólo cuatro músicos en la cuerda de violas, cuando lo normal sería disponer de ocho. De momento, y en la oferta pública de empleo que se acaba de presentar, se incluye una plaza de viola principal y otra de «tutti». También se ofertan dos plazas de primer violín, tres de segundo violín y una de violonchelo.

Además de los músicos y el secretario técnico, en estos 15 puestos que salen a oferta pública (seis resultado de la tasa de reposición de Les Arts y nueve como resultado de la tasa adicional para la estabilización de empleo temporal que establece la Ley de Presupuestos del Estado) se incluyen una plaza de técnico de iluminación, otra de técnico de caracterización, otra de técnico de vestuario, una de oficial de sistemas y otra de técnico superior de Recursos Humanos.

El hecho de que la orquesta se lleve la mayor parte de las plazas ofertadas evidencia que el nuevo patronato se ha alineado con la parte minoritaria del comité de empresa (la artística) que exigía reforzar la OCV, frente a la mayoritaria, que pedía un reparto más equitativo. «Hasta ahora los pocos refuerzos que ha habido han ido a puestos de administración -subrayaba ayer un miembro del comité artístico-. Pero por fin nuestras reivindicaciones como colectivo han sido escuchadas. El colectivo que peor está en el Palau es la orquesta, y sin orquesta no hay Palau».

«Llevamos cuatro años que en cada proyecto tiene que venir gente nueva, o en algunos casos para proyectos de temporada -añadieron las mismas fuentes-. La empresa está obligada a hacer fijo al músico que llegue a algo más de dos años, pero la ley se lo impide. Y aquí no va a venir ningún músico de calidad, ni ningún valenciano que esté trabajando en el extranjero, si sabe que a los dos años le van a echar. Esperemos que esta oferta sea un primer paso y que a largo plazo se vaya consolidando».

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