Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Melodías valencianas desde Rusia

El organista valenciano Arturo Barba, que presenta nuevo disco grabado en el Palau, ofrece tres conciertos en Moscú y Siberia

Melodías valencianas desde Rusia

Las notas de los compositores valencianos Juan Bautista Cabanilles o Vicent Martin i Soler sonarán a 4.000 kilómetros de la tierra natal de los músicos. El responsable será el organista valenciano Arturo Barba, cuya agenda está repleta de citas internacionales.

El año que acaba de empezar le ha llevado a las frías tierras rusas, donde hoy interpretará en el órgano de la Catedral Católica de Moscú obras de Cabanilles, Martin i Soler, Boëllmann, Guilmant o Ginastera. No será su único recital en Rusia, pues el viernes y el sábado viajará hasta Krasnoyarsk, fría ciudad de un millón de habitantes, considerada la capital de Siberia, situada a unos 6.500 km de València, y con temperaturas que suelen llegar a los 20 grados bajo cero. El primero de los conciertos tendrá un programa que alternará música española y francesa, y el segundo de ellos se centrará en música alemana.

Para Barba, tocar en Moscú «supone ilusión por descubrir un instrumento fascinante, un público nuevo y una cultura diferente. Una cita profesional importante, sin duda, y el disfrute de poder presentar la grandeza de la música española y valenciana en tierras tan lejanas». En cuanto a su incursión siberiana, Barba sostiene que es « explorar un intercambio musical y cultural más acusado si cabe que el de Moscú. Krasnoyarsk es una ciudad grande con un auditorio profesional que alberga un buen instrumento, con una más que notable programación de organistas internacionales».

Además, el próximo 19 de enero Barba presentará en concierto un disco grabado en el órgano del Palau de la Música. Este álbum supone la primera grabación comercial en el auditorio en los últimos 23 años, después de que en 1996 se grabara un disco con la soprano Victoria de los Ángeles, confirman desde el Palau de la Música. Además, este trabajo es «el primero que se centra realmente en el carácter del instrumento, en la música que le es propia», explica Barba.

Instrumento de «precisión»

El Palau de la Música de València es uno de los escasos auditorios españoles que cuenta con un gran órgano; en este caso, un instrumento «de indiscutible calidad y precisión diseñado y construido por el maestro organero alemán Gerhard Grenzing a finales de los años 80 del reciente siglo XX», recuerda el músico valenciano. «Cada órgano tiene una personalidad propia que lo hace único y lo vincula a determinadas escuelas organísticas o a determinados repertorios, cuya sonoridad encuentra fácil acomodo en el instrumento», añade.

En el órgano que preside la sala Iturbi del Palau de la Música «podemos reconocer con facilidad características de numerosas escuelas de construcción de órganos. Es el caso de ciertos guiños a la escuela clásica francesa; a la organería sinfónica del romanticismo francés; y muy especialmente a la organería ibérica tradicional. Sin embargo, podemos afirmar que el alma del instrumento, su personalidad sonora, es rotundamente alemana», explica Barba.

La composición y hechuras propias de los órganos alemanes del periodo barroco subyace, cuando no está claramente presente, en las características constructivas del órgano del Palau de la Música. Por ello, el estilo compositivo que se adapta al sonido de este instrumento es el de la música de tecla centroeuropea de los siglos XVII y XVIII. Su disposición tímbrica, sus características sonoras y su diseño acústico «lo señalan como excelente» para dar vida al repertorio organístico centroeuropeo en general y alemán en particular, de los tiempos de Johann Sebastian Bach y de sus precedentes.

Saldar una deuda

«El órgano del Palau es, por tanto, el auténtico protagonista de este proyecto discográfico y claro inspirador del mismo, habiendo sido la elección del repertorio una consecuencia inmediata del protagonismo que su personalidad tímbrica reclama a ojos de los que conocemos bien los colores y las texturas sonoras que el órgano Grenzing del Palau de la Música esconde en su interior. Bajo estas premisas y con estas intenciones hemos desarrollado el proyecto Bach y su tiempo, en el órgano del Palau, con la convicción de estar saldando una deuda con el instrumento, sus constructores, sus intérpretes, sus gestores y cuantos amantes de la música se congregan temporada tras temporada para escuchar los recitales de nuestro festival de órgano Orgue al Palau», concluye Barba.

Compartir el artículo

stats