Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El ojo litúrgico de Joel Meyerowitz

El crítico Pedro G. Romero analiza en Bombas Gens la visión de lo flamenco en el fotógrafo neoyorkino

En una de las 98 fotografías de Joel Meyerowitz que expone Bombas Gens se puede ver un paso de procesión de la Piedad en el suelo adoquinado de un pueblo malagueño, dos hombres manipulando la figura y dos niñas acercándose a ella con unas muñecas en las manos. Esta imagen en blanco y negro tan cotidiana como extraña, tomada por el fotógrafo neoyorkino durante su viaje a España en los años 60, le da pie al artista, flamencólogo y crítico de arte Pedro G. Romero para analizar y reinterpretar parte de la obra de Meyerowitz -la de sus capturas más callejeras- en una conferencia que ofrecerá mañana en Bombas Gens.

Hace medio siglo, y cuando ya se estaba haciendo un nombre en el mundo de la fotografía artística a base de disparar su Leica en la 5ª Avenida, Meyerowitz viajó a Málaga para convivir con flamencos y gitanos y retratar el día a día de los pueblos y gentes de aquella España de la dictadura.

«Lo que voy a hacer es intentar observar esta experiencia no tanto como un viaje romántico, sino desde el punto de vista de que hay algo consustancial en la obra de Meyerowitz que también está en la base del flamenco -explicaba ayer a este periódico Pedro G. Romero-. Ver esa fijación que tiene él por la cultura ritual flamenca, que es también la de la Semana Santa o los toros, y comprobar su parentesco con el resto de su obra, por qué le interesaba tanto lo que veía en aquella España que salía de la autarquía y por qué fue fundamental en su carrera».

En una entrevista a Levante-EMV cuando inauguró su exposición, el propio Meyerowitz reconocía que su «experiencia española» le había «ayudado a entender lo que es ser un artista». Esta leyenda viva de la fotografía urbana señalaba además que aquel viaje le enseñó que «la calle te da el sentido de la cultura del momento: las ropas, la actitud de la gente, las ventanas, las tiendas» y que, por eso, «las fotos de la calle tienen el sentimiento del tiempo».

Por todo ello, G. Romero -que ha sido asesor artístico de auténticos rompedores de la tradición flamenca, como Rosalía (fue quien le recomendó el libro Flamenco, del siglo XII, que ha inspirado el último disco de la artista catalana) o El Niño de Elche-, explica no se centrará tanto en hacer una «reinterpretación» de las fotos tomadas por Meyerowitz en la Málaga de los 60 sino, precisamente, en cómo están conectadas con el corpus de su fotografía urbana, con «esas imágenes que toma en la 5ª Avenida o en Coney Island, donde hay una tensión en los personajes, en los espectadores, cierto planteamiento ritual».

Puesta en escena

Aunque perteneciesen a dos mundos tan lejanos, G. Romero ha encontrado en la liturgia el punto en común entre la imagen del paso de la Piedad en el suelo y la de un tigre disecado entre el tráfico de Manhattan, ambas captadas por Meyerowitz con pocos años de diferencia. «En esa foto, que no es de Málaga ciudad sino de Antequera o Archidona, en la que salen dos niñas con las muñecas y el paso con la Piedad en el suelo, me sirve para establecer las relaciones con el imaginario callejero propio de Meyerowitz», subraya el crítico.

«Eso que es ritual de pronto tiene una regla que desvela la mirada de la fotografía, y ahí funciona el asunto litúrgico -explica-. La cultura gitana, la flamenca, la cultura alrededor de los toros, son culturas que codifican no tanto un sentimiento religioso sino la propia vida cotidiana. Y es algo que se nota mucho en esa España que viene de la autarquía y que está chocando ya con un mundo nuevo y más moderno». Para G. Romero, el fotógrafo neoyorkino ha demostrado a través de su obra que siempre ha estado atento a un modo de vida muy ritualizado, «como si tuviese todo el rato la sensación de que la gente vive componiendo escenas. Por eso le interesa tanto la cultura del flamenco, porque en ella también se dan esas condiciones».

Además, el flamencólogo pondrá en relación la obra fotográfica de Meyerowitz con el documental Por la gracia de Dios de Carlos Taillefer, que se proyectará en la sesión. Esta cinta, cuya estreno en 1978 supuso un escándalo, refleja la contradicción entre fiesta religiosa y espectáculo callejero que entraña la Semana Santa. «Mucha de la ironía que gasta Taillefer en su documental la utiliza también Meyerowitz en sus fotografías», advierte G. Romero.

Compartir el artículo

stats