La Fundación Blasco Ibáñez ha buscado la mediación del Consell para que el legado del político y escritor siga en València. Después que tanto el alcalde Joan Ribó, como la concejala de Cultura, Glòria Tello, den por bueno que el conflicto sobre la propiedad de los documentos de la Casa-Museo acabe en los tribunales, los miembros del Centro de Estudios del autor de La barraca han llamado a la puerta del gobierno.
Una iniciativa recurrente en el mundo cultural valenciano, que encuentra siempre refugio en el Consell. Los conflictos abiertos por los gestores en el Ayuntamiento o la Diputación acaban casi siempre en el Palau de la Generalitat. El último encontronazo entre la Fundación Centro de Estudios Blasco Ibáñez y el Ayuntamiento de València a cuenta del legado del político y escritor, también. Una reunión prevista para hoy entre el patronato de la Fundación y la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, es el primer contacto para destaponar la situación.
Un enredo que ninguno de los responsables de custodiar los fondos del valenciano más universal entiende, y menos que un gobierno municipal de carácter progresista -como el pensamiento político de Blasco Ibáñez- esté dispuesto a que el asunto acabe en los tribunales. Por eso han optado por la misma estrategia que en el pasado, cuando en 2012 hubo un conflicto parecido entre el consistorio y los herederos del novelista, pero una llamada de última hora desde la presidencia de la Generalitat cambió la postura del ayuntamiento y el legado de Blasco Ibáñez se quedó en València.
Los miembros del patronato de la Fundación -el presidente Ignacio Soler; el secretario Ángel López; el bisnieto del escritor, Emilio Muñoz Blasco-Ibáñez y Carmen Llorens- esperan como mínimo un mejor trato y ser escuchados. Según ha sabido Levante-EMV un responsable de Compromís de la Diputación de València les aseguró que Blasco Ibáñez «estaba amortizado». El mismo desafecto que han encontrado entre los gestores de Compromís del ayuntamiento.
Una circunstancia que contrasta con los primeros años del mandado de Ribó, que incluso participó hace dos años en los actos institucionales por el 89 aniversario del fallecimiento del novelista. Por cierto, el último lunes de este mes, el 28 de enero, se cumplirá el nonagésimo primer año de su muerte.
Rutas blasquistas
Ajenos a la polémicas, los recorridos sobre la figura de Blasco Ibáñez crecen en València. Para hacer justicia uno de los primeros que los puso en marcha fue el bibliófilo Rafael Solaz, un experto coleccionista de libros, fotografías y objetos relacionados con el escritor. Ahora le empresa de ocio Rebombori ofrece una ruta guiada y teatralizada que ya se ha visto en la Casa Museo de la Malva-rosa durante cada domingo del año en el que se celebró el 150 aniversario de su nacimiento. Serán los próximos domingos 20 y 17 de este mes.
