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La fundación ve más viable que "Blasco se quede en València" tras reunirse con la Generalitat

La directora general de Cultura, Carmen Amoraga, se reúne con el secretario de la entidad y se ofrece a mediar con el consistorio para retomar el acuerdo

La casa de la familia de Blasco Ibáñez en Burjassot. l-emv

La reunión que mantuvieron ayer la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, y el secretario de la Fundación Blasco Ibáñez, Ángel López, parece haber servido, al menos, para que el legado del novelista valenciano esté más cerca de quedarse en València que hace unos días, cuando la entidad amenazó con acudir a los tribunales si el Ayuntamiento de València no le entrega los libros, documentos y dibujos que la familia cedió a la ciudad en 1997.

«Hoy no ha habido ningún acuerdo especial pero ha sido un encuentro positivo. Hoy somos más optimistas y vemos más viable que Blasco Ibáñez se quede en València», resumió el portavoz de la fundación poco después de salir del despacho de Amoraga. Dos horas de reunión en la que también participó el subdirector general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Vicent Moreno.

Más que presentarse como alternativa al Ayuntamiento de València para gestionar los fondos del histórico escritor y político valenciano, Amoraga le ofreció ayer a Diego López que la Generalitat haga de intermediaria entre las partes para retomar ese acuerdo para gestionar el legado de Blasco que se ha ido deteriorando en el último año.

El pasado miércoles, la fundación dio por finalizado el convenio por el que los fondos del escritor se podían exhibir en su Casa-Museo de propiedad municipal, por lo que exigía que le fuesen entregados de nuevo mientras estudiaba otros lugares donde fueran mostrados y estudiados.

También amenazaba la fundación con acudir a los tribunales en el caso de que el ayuntamiento no respondía a este requerimiento, algo a lo que el alcalde Joan Ribó también se mostró dispuesto, ya que esgrime un informe jurídico en el que se indica que todo ese material ya es de propiedad municipal.

«Está claro que el conflicto es entre la fundación y el ayuntamiento, pero lo que se ha dicho en la reunión de hoy (por ayer) es que la Generalitat intentará que se llegue a un acuerdo de nuevo y que, si hace falta, colaborará para que la figura de Blasco Ibáñez reciba el trato y tenga la repercusión que merece», contaba ayer el secretario del centro de estudios.

Sobre esto último, López indica que las discrepancias que existen entre la fundación y el consistorio tienen que ver, en gran parte, en la falta de inversión para algunas actuaciones como la digitalización de los fondos de la Casa-Museo o la creación de un premio para incentivar la investigación a nivel internacional de la obra literario y política de Blasco. «Hay divergencias pero ahora vemos que se pueden solucionar -añadió el portavoz de la fundación-. Hemos salido de la reunión con la director general un poco más optimistas, confiábamos en que alguna institución pública iba a estar preocupada por lo que está pasando y así ha sido».

La alternativa de Burjassot

Precisamente ayer, cuando estaba a punto de iniciarse la reunión entre Carmen Amoraga y Ángel López, el Ayuntamiento de Burjassot hizo público un comunicado en el que su alcalde, Rafa Rodríguez, ofrecía el municipio para acoger los fondos de Blasco Ibáñez.

El ayuntamiento donde el novelista «residió largas temporadas en la localidad, en la vivienda familiar que todavía se conserva junto al monumento de Los Silos», y que en la actualidad tiene en la planta baja las oficinas de una entidad bancaria, mientras que la de arriba acoge a varias entidades y colectivos locales. «Es nuestra obligación velar por nuestra cultura y nuestro patrimonio, y Burjassot no permanecerá impasible ante el riesgo de que el legado de una figura de la talla de Blasco Ibáñez salga de la Comunitat», añade el alcalde en la nota, en la que subraya que «la Fundación Blasco Ibáñez sabe que tiene al Ayuntamiento de Burjassot a su disposición para seguir poniendo en valor la importante obra de Blasco Ibáñez».

A este respecto, Ángel López consideró ayer la alternativa de Burjassot como una «muy buena idea» y resaltó que este ofrecimiento garantizaría que el legado de Blasco Ibáñez no tuviera que salir de València. «Aún así -añadió el secretario de la fundación-, sigo confiando en alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento de València».

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