«València se ilustra» y también se siente. En la ilustración de Victoria Ripalda la protagonista se siente flotar entre las medusas y tiburones del Oceanográfico. Al observar el dibujo de Xiana Temoy uno nota el placer lujurioso que están sintiendo sus protagonistas, concentrados en la horchata y los «fartons» de Daniel. «Malota» transmite la sensación ambivalente de exuberancia y recogimiento en su visión del Jardín Botánico, mientras que Cento Yuste nos lleva al claustro decadente y sentimental del Centre del Carme. Dos figuras de espaldas le ofrecen una sensación de familiaridad y cariño al Mercado de Russafa que ha presentado Fran Salcedo. Y otra figura de espaldas nos otorga la sensación grandiosa del paisaje urbano que se observa desde el puente de San José a ojos de Pau Valls.
Estos seis artistas son los protagonistas de la edición de este año de «València se ilustra», el particular «mapa urbano» de la ciudad que en unos meses se expondrá en la Rambleta pero que ayer fue presentado en Esencia Restaurante, un establecimiento del barrio de Beniferri en el que las ilustraciones permanecerán colgadas durante un mes. En la edición del pasado año participaron David de Limón, Aaron Feliu, Azucena González, Elías Taño, Omega TBS y La Nena Wapa Wapa, artistas de corte callejero que, quizá por ello, ofrecieron una visión más «homogénea» de València que la que transmiten los ilustradores de 2019, tal como señala Cristina Chumillas, responsable de la galería Pepita Lumier, que ha vuelto a comisariar la exposición. «Esta vez hemos intentado dar visibilidad un perfil de ilustrador con el que no solemos trabajar tanto, ya que están más ligados al mundo editorial -explica Chumillas-. Y nos han dado seis visiones más diferentes entre sí pero que, a la vez, funcionan muy bien juntas porque, más que representar un lugar físico, han dibujado qué les transmiten esos lugares».
«Malota», nombre artístico de la ilustradora (suyo fue el cartel del 9 d'Octubre en 2017 y el del Corpus Christi de 2018) y doctora en Bellas Artes Mar Hernández, ha elegido el Jardín Botánico porque para ella representa «un pequeño oasis en la ciudad, un lugar para pasear, observar, pensar, leer y cargar pilas». El veterano Cento Yuste ha dejado apartad su inconfundible iconografía paisajística, geométrica y urbana como un mecano, y sus personajes objeto con patas, para recordar sus tiempos de estudiante en la Escuela de Artes y Oficios a través del claustro renacentista del convento del Carmen. «Era una imagen decadente y cargada de belleza que acompañó aquellos primeros años de contacto con el diseño y la ilustración».
Fran Salcedo tiene tanto de ilustrador como de contador de historias. Es co-editor de los libros Romancero Gitano de Lorca Ilustrado y Luces de Bohemia Ilustrado, y a finales del 2018 ha sacado su primer cuento infantil Chufeta. «Tengo un recuerdo muy bonito del mercado de Russafa -explica-. Recorrer cada uno de sus pasillos y descubrir los olores, el ambiente y las historias que mi abuelo me contaba de cada rincón. Ahora, siempre que paso por allí me llegan todos esos olores, los recuerdos de esos días paseando por allí junto a mi abuelo».
Pau Valls también ha hecho tanto ilustración infantil como para adultos. Entre sus últimos trabajos destaca la campaña para el Metro de València, la portada para el single «El gol i la mort» de Els Jóvens o para la revista Forbes. «Las del puente de San José no son las vistas espectaculares que saldrían en cualquier postal, pero asomarte al antiguo cauce cuando cae la luz del atardecer de verano, mientras ves a la gente pasear, ir en bicicleta o correr, me hace recordar el tesoro que tenemos en València», explica sobre su ilustración.
Xiana Temoy se confiesa «fascinada» por cómo «una imagen puede llegar a generar un preciso impacto emocional, al tratarse de una herramienta visual que consume a menudo con entusiasmo y en la que trabaja con pasión y dedicación cada día». Para ilustrar València ha elegido la «alborayense» Horchatería Daniel porque le parece «un lugar muy pintoresco y representativo , donde se dan encuentro la tradición y la modernidad, la València cosmopolita y la de toda la vida, las octogenarias y los guiris, los camareros de camisa blanca».
Por último, Victoria Ripalda -creadora de personajes femeninos e imaginarios imposibles- ha mostrado desde el interior del Oceanogràfic su «fascinación» por el mundo submarino. «Cuando me mudé a Valencia y visité el Oceanogràfic pasé treinta minutos delante de las medusas del Mediterráneo, sin poder moverme. Las sensaciones que me produjo han hecho que sea mi elección para València se Ilustra».
