Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arturo Barba, la enjundia del órgano

Ciclo de órgano

palau de la música

Arturo Barba (órgano). Pro­gra­ma: Obras de Buxtehude, Bach, Bruhns, y Pachelbel. Lu­gar: València, Palau de la Música. ­­Entrada: Alrededor de 700 espectadores. Fecha: Sábado, 19 enero 2019.

Entre los muchos y buenos instrumentistas que moran y trabajan en València tampoco faltan los organistas. Una tradición que se remonta incluso más allá de los tiempos remotos del gran Joan Baptista Cabanilles. En la actualidad la figura más activa del órgano valenciano es Arturo Barba (1979), personalidad plural de hondos saberes que en la mañana de ayer dejó buena muestra de su arte interpretativo y de su talante artístico ante los cuatro teclados del gran órgano de la Sala Iturbi del Palau de la Música, «un instrumento que tiene una personalidad sonora rotundamente alemana, y cuya disposición tímbrica, características constructivas y diseño acústico lo señalan como excelente para dar vida al repertorio organístico centroeuropeo en general y alemán en particular», según las sencillas pero doctas palabras que dirigió a los cerca de 700 espectadores que se congregaron en la platea para escucharle obras de Buxtehude, Bruhns, Pachelbel y Bach.

El concierto, enmarcado en el ya imprescindible ciclo de órgano que el Palau de la Música desarrolla en las mañanas sabatinas, fue tanto una exhibición de los sofisticados recursos del instrumento construido por Gerhard Grenzing en 1990 con 2.869 tubos y una estructura que en su conjunto sobrepasa las 20 toneladas como una muestra de la plenitud artística y virtuosa de Arturo Barba, quien aprovechó este recital para presentar su nuevo disco, «Bach y su tiempo en el órgano del Palau».

Fue precisamente una selección de este repertorio la que centró el concierto, iniciado con los acentos sosegados y sugestivos del coral Wie schön leuchtet der Morgenstern, BuxWV 223 de Buxtehude y culminado con una palpitante y brillante versión de la más que célebre Tocata y fuga en re menor de Bach. Entre ambas maravillas, la velada transitó por páginas tan sustantivas como la dramática y elocuente Chacona en fa menor de Pachelbel, el espectacular Preludio en mi menor de Nicolaus Bruhns y un bien surtido ramillete de composiciones bachianas, en el que no faltaron los corales Wo soll ich fliehen hin BWV 646 o el calmo Nun komm der Heiden Heiland BWV 659, la Fantasía y fuga en la menor y la brillante Tocata en Fa mayor BWV 540. Todo sonó en las manos y pies (deslumbrante uso del pedalier) de Arturo Barba con estilizado equilibrio entre el componente intrínsecamente instrumental y el puramente expresivo. Aunque cuando se escuchan obras de tal enjundia a un artista tan completo como él, ambos elementos quedan complementados y hasta fusionados. La matiné concluyó con el regalo sereno y conmovedor del coral bachiano Ich ruf zu dir, Herr Jesu Christ, BWV 639, que envuelto en su tonalidad de fa menor recuperó el imborrable sosiego inicial.

Compartir el artículo

stats