¿Y si Hollywood hubiera tentado a Blasco Ibáñez para dirigir una película a cambio de renunciar a sus principios? Esa es la pregunta que se hacen Laia Serna y David Mateo, dos valencianos que han creado una ruta teatralizada sobre la figura del escritor más universal de la Comunitat. «Él siempre quiso dirigir una película. Llegó a escribir un guion inspirado en el Quijote, pero no se materializó. Durante la ruta lanzamos la siguiente pregunta: ¿Habría sido capaz de hacer una película al puro estilo hollywoodiense a cambio de más fama y dinero?», cuestiona Laia.

El guion de la película que «pudo ser» salió a la luz hace a penas cuatro años, cuando el director de la Casa Museo de Blasco Ibáñez, Emilio José Sales, publicó el libro Don Quijote, guion cinematográfico (Biblioteca Nueva). El autor de Entre naranjos finalizó el texto cinematográfico en 1920 tras su periplo americano, pues la historia estaba ambientada en California y narraba la historia de un gentleman -como dijo el propio Blasco-, Alonso Bueno.

La relación entre Hollywood y el escritor revive -literalmente- con la ruta confeccionada por Laia y David y que llegará a las calles de València el próximo fin de semana. Los protagonistas de esta historia son Blasco Ibáñez y la representante de una major americana, que acude a València para convencerle de dirigir una película. «Le ofrecerá una gran suma de dinero, pero a cambio tendrá que renunciar a sus principios. La de Hollywood es una industria que gira en torno al espectador, que genera héroes y modelos de conducta. Blasco Ibáñez pensaba que los héroes eran peligrosos. Sus protagonistas siempre son humanos, no héroes. Y en sus obras no existe la masa, sino el pueblo» explica Laia.

El telón de fondo de esta historia es la huella de Blasco en la ciudad de València. De hecho, la ruta teatralizada comienza en la calle Don Juan de Austria, donde se encontraba la redacción de El Pueblo, el periódico que fundó el escritor y que llegó a tener una tirada de 10.000 ejemplares en una ciudad que rondaba los 100.000 habitantes.

La segunda parada se realiza en la calle Las Barcas con Pascual i Genís, donde anteriormente estaba el Café Español. Allí sufrió un atentado tras conseguir su quinta acta de diputado por València. Salió ileso, pero tres años después decidió abandonar la política.

Los siguientes pasos de la ruta llevan a los visitantes a la Cárcel de San Gregorio, donde actualmente se encuentra el Teatro Olympia. Allí estuvo preso el escritor en multitud de ocasiones. De hecho, durante una de estas estancias escribió El despertar de Budha (1899). La siguiente parada, el Ateneo Mercantil, refleja el éxito profesional del autor. «Tras el estreno en la gran pantalla de Los cuatro jinetes del apocalipsis, la ciudad se volcó en su figura». Por ejemplo, se crearon semanas temáticas dedicadas novelas suyas.

La ruta también pasa por las casas donde vivió Blasco junto a su familia, como la de la esquina de la calle Editor Manuel Aguilar con Barón de Cárcer o la ubicada en la plaza de San Nicolás. El recorrido finaliza en el Centre del Carmen. Este antiguo convento y antigua escuela de artes y oficios guardaba el sarcófago que, en 1935, su amigo Mariano Benlliure realizó por encargo del Ayuntamiento de València tras fallecer el escritor.