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Antonio Ariño: "Ninguna cultura tiene esencia ni identidad"

El vicerrector de la UV presenta esta tarde 'Culturas abiertas. Culturas Críticas' en la librería Tirant lo Blanch

Antonio Ariño. G. Caballero

El catedrático de Sociología Antonio Ariño, presenta hoy a las 19.30 horas en la librería Tirant lo Blanch Culturas abiertas. Culturas críticas, un ensayo en el que el vicerrector de la Universitat de València defiende «una cultura en minúscula y en plural», así como la necesidad de afrontarla desde la crítica objetiva y empírica . La presentación contará con la intervención del Catedrático de Geografía, Joan Romero; del periodista y escritor, Fernando Delgado y de la rectora de la UV, Mª Vicenta Mestre.

Sobre la conveniencia de hablar de «cultura» en minúscula, el autor señaló ayer en declaraciones a Levante-EMV que al hacerlo en mayúscula «parece que tiene un privilegio sobre la dimensión política, económica o la interactiva familiar». «La cultura es una dimensión más de la vida humana -subrayó-, y cuando la escribimos en mayúscula le damos una dimensión candida, como la del personaje de Voltaire, para el que todo era magnífico. Por contra, la cultura también consiste en la dominación, en el imperio de las «fake news», las formas de tortura que han alimentado las sociedades humanas».

Y sobre la necesidad de referirse a la cultura en plural, Ariño la relacionó con la «diversidad» a través de la que esta se expresa. «La cultura no es más que una dimensión humana por la que tenemos unas pautas de comportamiento que son diversas a las de aquellos animales cuyo comportamiento viene determinado por el código genético», explicó Ariño. «En las sociedades humanas la mayor parte de nuestro comportamiento viene determinado por los procesos de aprendizaje de nuestros grupos de referencia. Por eso las culturas son diversas», añadió.

En este sentido, Ariño enfatizó que «todas las culturas son abiertas porque son expresión de la vida humana, y por lo tanto son dinámicas, cambian e incluso mueren. Eso es una bomba contra las posiciones fundamentalistas que se miran a su ombligo y dicen que hay que buscar la esencia e identidad de nuestra cultura. Ninguna cultura tiene esencia ni identidad».

El último capítulo de Culturas abiertas. Culturas críticas analiza como la sociedad digital ha introducido una nueva forma de cultura (la «metacultura») llena de riesgos ya que, según Ariño, produce «mentiras manufacturadas industrialmente». «Todo está en internet de forma inorganizada aunque los logaritmos nos lo dan digerido. Eso me lleva a 'los riesgos culturales de la sociedad digital', una forma de capitalismo cognitivo y de control a través de los datos que generamos a través de internet». «La sociedad digital ha pasado de ser una sociedad de promesas a amenazas», concluye el autor.

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