«El propósito es sencillo: que cualquier persona pueda visitar un museo. Todos tenemos derecho a la cultura», señaló Modejar. El proyecto a penas ha comenzado, ya que únicamente se han trazado los objetivos y el público al que se dirige. Más adelante, tal y como especificó ayer la Diputación, se anunciarán algunas de las actuaciones. Hasta ahora, estos museos habían llevado a cabo actividades y exposiciones accesibles por su parte, pero hacía falta un programa que agrupara todas estas «pretensiones» y una red de trabajo que las agrupara. «Nos interesa promover y desarrollar una cultura de la accesibilidad que modifique la manera de trabajar en los museos. De esta manera, cuando se organice una exposición se hará desde una perspectiva accesible», explicó Borràs.

«Friendly Museums» es un proyecto que se comenzará a aplicar «desde ya». Sin embargo, los técnicos de la Diputación prefieren no hablar de calendarios. «Se va a aplicar poco a poco. No podemos fijar una fecha de consolidación del programa porque sería arriesgado. Cuando no haga falta hacer esta clase de programas podremos decir que el proyecto ha terminado», apuntó Borràs.

Visitas guiadas accesibles, instalación de pictogramas, ajustar la altura de los expositores o adquirir audioguías son algunas de las acciones que planteará «Friendly Museums». Aunque los centros de la Diputación llevan tiempo haciendo acciones por su parte. El Museo de Etnología, por ejemplo, ha planteado uno proyecto de evocación colectiva denominado «La caja de los recuerdos», orientado a personas con problemas de memoria. «Los museos, en el momento actual, tienen que empezar a adquirir otro papel en la sociedad, ampliando sus públicos y dando respuesta a los colectivos que tienen problemas para acceder a los contenidos de los museos», dijo Cabañes.

«Más medios económicos»

El proyecto cuenta con el asesoramiento y la participación de diversos actores sociales, como Cocemfe y con la Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de la Comunidad Valenciana (Codifiva), «convirtiéndola en una iniciativa innovadora que se adecua a las necesidades y demandas específicas de estos colectivos», explicó la Diputación.

«Necesitamos más medios económicos y humanos para hacer de los museos centros más sociales y universales», denunció Grau. «Las asociaciones llevamos luchando muchos años para que nuestras reivindicaciones se tomen en serio. Es por ello que hemos adoptado una actitud un poco pesimista a la hora de plantearnos ir a los sitios. Nos preguntamos: '¿Para qué voy a ir si no voy a poder entrar?'. Tenemos que salir de esta actitud y hacer que la gente salga y entienda que puede ir al MuVIM», reivindicó Modejar.