«El partido más grande de la historia», así calificó en su video la final River-Boca disputada el pasado diciembre en Madrid, que con humor reivindicó la fiesta del fútbol por encima de los incidentes de esos «inadaptados» que sacaron el partido de Buenos Aires.
Su madre de Boca y su padre de River. ¿Y usted?
Muy bien, ¿cómo lo sabía?
Trabajo de investigación se llama.
¡Qué grande! Soy de Racing, imagínate, nada que ver.
¿Maradona o Messi?
Messi, a «full».
Los valencianistas de mi generación somos de Kempes.
Es verdad, y yo soy muy de Piojo López.
Luego también hay muchos seguidores de Pablito Aimar en València.
Pablito Aimar también grande, y el Burrito Ortega.
¿Cuál es su sueño pibe?
Trabajar de lo que me gusta.
¿Un monólogo argentino no es una redundancia?
Esa es buena, la uso en el monólogo.
Los videos de «Un argentino en España» son tronchantes.
Está todo llevado al extremo. La comedia hay que llevarla a los extremos, sino no tiene gracia.
Me sorprende la risa sana para reirse igual de los españoles y de los argentinos.
Siempre intentando no ofender a nadie. Son tópicos y estereotipos para que tengan gracia tanto para el español como para el argentino. Además son cosas que vivo acá día a día y mis inspiradores son amigos míos argentinos llevados al extremo.
Robert Redfort sostiene que hay tres elementos claves para un buen espectáculo: argumento, personajes y emoción.
Los actores somos transmisores de emociones. En la comedia hay que buscar la risa haciendo que la gente empatice con lo que te está pasando a vos.
Lo vi en la película «Despido procedente». Cine
Empecé con teatro. Vine acá a Madrid, me metí en la Escuela de Teatro...
... Debutó con 9 años en Buenos Aires.
Sí, porque mi mamá es directora y actriz. Íbamos juntos a escuela, y nunca paré ni un año en hacer obras de teatro. Ahora estoy intentando abrirme más camino en el mundo del cine y las series, que me interesan mucho más.
¿Qué vamos a ver el sábado en Rambleta?
Espero que se rían mucho. Es un show muy gracioso, tiene mucho de la serie «Argentinos en España» y es un poco nostálgico para los argentinos que recuerdan muchas cosas y terminan diciendo «a mi me pasó lo mismo». Son cosas que nos pasaron a los que inmigramos acá por la crisis argentina y vivimos experiencias muy parecidas, y tiene un toque emotivo.
«¿Por qué no dejamos el humor en paz», fue el mensaje de Andreu Buenafuente al final de la gala de los Goya
Obviamente, el humor al final es humor. Los humoristas siempre intentamos no ofender a nadie. El humor no hay que tomárselo a la tremenda.
