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Valoración de la feria

Unas fallas para que todo siga (más o menos) igual

Jesús Chover tomará la alternativa de mano de El Juli y con Roca Rey como testigo

La vida continúa igual en los despachos de la calle Xàtiva. Su máximo responsable, Simón Casas, ha presentado unos carteles conservaduristas con alguna ventana abierta al futuro, pero con un más que notable olor a compadreo en alguna de las combinaciones. Los dos carteles más fuertes del abono se celebrarán consecutivamente los días 15 y 16 de marzo. Una alternativa de campanillas para el primero y la reaparición de Paco Ureña para el segundo.

El valenciano Jesús Chover cumplirá su sueño de doctorarse en tauromaquia de manos de El Juli, con Roca Rey de testigo de la ceremonia. Los toros de Victoriano del Río, que tantos triunfos han servido a ambos coletudos, serán los que diluciden quién sale victorioso del duelo entre el madrileño -ausente de las pasadas Fallas por decisión de la empresa- y el peruano -que buscará abrir su sexta puerta grande consecutiva- amén de medir las posibilidades reales del toricantano.

El 16 de marzo ha sido la fecha elegida por Paco Ureña para volver a los ruedos por todo lo grande, en una de sus plazas talismán, arropado por Enrique Ponce y José María Manzanares, con los juampedros para más señas. Una cita esperada por los aficionados que quieren acompañarle en la que será la nota más emotiva del abono josefino. El diestro lorquino se está preparando a fondo para retomar una carrera que un inoportuno percance en la pasada Feria de Albacete frenó en seco. Nadie duda de su compromiso y de la importancia del evento.

Los toreros jóvenes que deben liderar el cambio de ciclo también tendrán su oportunidad las tardes del 13 y 19 de marzo, así agrupaditos básicamente en dos carteles para que no apreten demasiado a las figuras consagradas. Molestias, las justas, no vaya a haber competencia y la acabemos de liar.

La cita que más ilusiona a los aficionados es la tarde del patrón, que vuelve a recuperar algo de su esplendor de antaño con la inclusión de Emilio de Justo, torero revelación de la pasada temporada. Completan el cartel del 19 dos de las sensaciones de anteriores campañas: el valenciano Román, que vuelve a las Fallas con las ilusiones renovadas, consciente de que el inicio de la campaña es clave para encarar con optimismo el resto del año, y Ginés Marín, que pugno con Roca Rey por el cetro de figura emergente, pero que ha visto retrasada su posición por una evolución menos fulgurante que la del peruano. Los toros de Fuenteymbro, otro hierro que atraviesa un buen momento, pueden llevar en sus astas el triunfo que esta terna necesita.

Otra tarde ilusionante para el aficionado será la del debut el 13 de marzo de Pablo Aguado como matador de toros y la vuelta de Álvaro Lorenzo al coso de la calle Xàtiva con la misma ganadería a la que se enfrentó en 2018, pero en distinto momento. El sevillano es un diestro del gusto de parte de la afición del «Cap i casal» por su concepción de torero clásico y puro, que también puede sorprender a los espectadores menos duchos en la materia. El toledano fue también, junto a Ginés Marín, uno de los jóvenes que sonaba para liderar el tan ansiado cambio de ciclo en el escalafón superior que lidera destacadamente Andrés Roca Rey. Chirría, sin embargo, la inclusión del tercero en liza de la tarde. El mejicano Luis David Adame, quien hizo escasos méritos la temporada pasada para repetir en la feria. Nombres como el de José Garrido, entre los jóvenes, o el mismo Miguel Ángel Perera, entre los más veteranos, habrían completado de manera más interesante y justa, a tenor de los visto en el ruedo, el cartel. En el caso de Garrido, la empresa le ofreció la tarde de los Fuenteymbros hasta que la corrida de la divisa gaditana pasó a el día grande de la Feria. Entones, el empresario Casas no volvió a ofrecer nada en firme.

El caso de Perera es distinto. El propio torero ha explicado que las condiciones que le ha ofrecido la empresa no son las que considera adecuadas.

Núñez y Torrestrella, ausentes

En el apartado ganadero, se echa en falta una mayor variedad de encastes y, dentro de la línea predominante (Domecq), no se explica la inclusión de los toros de Zalduendo y los cuatro de García Jiménez (Matilla), que hieden a componenda, a favor debido y pagado. Lo que es de difícil explicación en que quien paga y quien se lo cobra no son integrantes de la empresa de la plaza de toros de València.

En definitiva, un serial que apuesta por dos carteles del gusto del público, dos concesiones a los emergentes y la vuelta de la divisa de Victorino Martín en un cartel que combina veteranía y juventud.

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