El IVAM concentra la historia de la modernidad en sus paredes. También su nueva exposición «Tiempos convulsos» donde la estrella es un Warhol, la figura más influyente del siglo XX. El «Socialite (Celebridad») de Andy Warhol y Jean Michel Basquiat (poeta, músico, dibujante y pintor estadounidense), es un juego de máscaras y grafitis, la imagen de una época de arte urbano y el cómic underground que avanza la influencia del eclecticismo y el peso de los media. Si Warhol enlazó artistas, intelectuales, homosexuales, celebridades, drogadictos, modelos, bohemios y todo un carrusel de urbanitas, «Tiempos convulsos» recorre con pop art, historias y microhistorias los cambios «trascendentales» de los últimos 50 años.

Junto con la pieza de Warhol y Basquiat, cedida por cinco años por el Reina Sofía, la muestra del IVAM incluye obras de Eduardo Arroyo, Equipo Crónica, Luis Gordillo, Marcel Duchamp, Carmen Calvo, Yves Klein, Victoria Civera, Jacques Lipchitz, Martha Rosler, Gillian Wearing, Robert Rauschenberg o Josep Renau.

Una exposición con 375 obras de 125 artistas seleccionadas entre las más de 12.000 piezas de los fondos artísticos del IVAM, para conmemorar el trigésimo aniversario del museo que sopla velas el próximo lunes.

La muestra aborda seis grandes asuntos: «Violencia y poder», «Mundos ocultos», «Duchamp y el mundo de los objetos», «El cuestionamiento de las imágenes», «Cuerpos disidentes» y «Periferias urbanas».

El director del IVAM, José Miguel Cortés, que es uno de los comisarios junto con Sergio Rubira, y María Jesús Folch, asegura que alrededor del 40% de las obras que componen este recorrido «no se han expuesto nunca o en muy escasas veces», mientras que cerca del 20% son piezas «rescatadas que hacía mucho tiempo que no se exponían».

Una gran escultura «Prometheus», de Lipchitz, de más de dos metros de altura, da la bienvenida al visitante, una metáfora de la reivindicación de los artistas como creadores de discursos que se enfrentan a lo establecido. Con esta pieza, el autor recurre al mito de Prometeo, en un contexto donde se vislumbraban las tensiones de la Segunda Guerra Mundial y el ascenso de la Alemania nazi, simbolizada por un águila. La escultura, a modo de una premonición, se mostró en la Exposición Universal de París de 1937 pero fue destruida y retirada del lugar donde se exhibía.

En definitiva, se recogen «los cambios históricos transcendentales de los últimos cincuenta años», según Cortés, desde las revueltas de Mayo del 68, la pandemia del sida, la caída del muro de Berlín, hasta los atentados del terrorismo islámico.

De forma complementaria en la biblioteca se presenta el proyecto «Materia y memoria», realizado por Chema López y centrado en «tres escritores fundamentales» valencianos, como son Max Aub, Eduardo Hervás, el poeta maldito, y Rafael Chirbes.