El teatro de Rambleta acogerá, los próximos 16 y 17 de febrero, ‘1984’, la obra cumbre de George Orwell, donde solo existe el control del Partido sobre toda la sociedad; donde la tecnología, las telepantallas y la manipulación asfixian cualquier resquicio de libertad; y donde el pensamiento, el amor, el sexo y cualquier recuerdo son actividades controladas aun a costa de las más atroces torturas.

‘1984’, creado por el escritor británico en 1948, retrata la sociedad del futuro como una dictadura en la que un sistema de adoración al líder ha acabado con la identidad individual y colectiva. Y Winston, un hombre corriente, empieza a concebir la esperanza de escapar de ese mundo totalitario gracias a un amor clandestino y a unos pensamientos que esconde bajo la máscara de fidelidad absoluta al Hermano Mayor.

Paradoja Teatro, con más de 20 años de experiencia en la creación y producción teatral, denuncia, desde lo distópico a lo realista, diversas formas de poder que amenazan la libertad, la intimidad y el desarrollo personal y social. Explora leguajes escénicos crudos, pero plenos elementos sensitivos y emocionales, que remueven al espectador con interrogantes existenciales, filosóficos y políticos de su vida diaria.

Este lunes Alberto Berzal (Winston) y Luis Rallo (O’Brien) fueron nominados a los Premios Unión de Actores y Actrices, optando así a hacerse con el reconocimiento de la profesión al mejor actor protagonista y al mejor actor secundario, respectivamente, por su trabajo en ‘1984’.

70 años después

Javier Sánchez-Collado y Carlos Martínez-Abarca llevan al teatro de Rambleta este clásico inolvidable de la literatura universal, 70 años después de la publicación de la novela, en el siglo XXI, cuando la tecnología hace más posible que nunca el terror reflejado por el escritor en ‘1984’. Hoy sí existe una tecnología capaz de controlar hasta el último movimiento de cualquier ciudadano y la capacidad de manipular el pensamiento y el lenguaje, con medios más poderosos que lo que soñaron Goebbels o Stalin, que pueden reducir nuestra capacidad de pensar y de rebelarse contra el poder.

‘1984’ puede ser la historia de una derrota plena y absoluta… o una historia de esperanza, que surge de la capacidad del hombre de rebelión y de oponerse al totalitarismo.