Los periodistas Kiko Mestre, de Diario de Mallorca (editado por Prensa Ibérica, grupo al que pertenece Levante-EMV), Blanca Pou, de Europa Press y Luis Sanz, de la agencia Efe, a quienes les incautaron móviles y ordenadores e investigaron sus llamadas telefónicas en el marco del caso Cursach, recogieron el lunes en Madrid el premio «Vete a hacer puñetas» que la Asociación de Comunicadores e Informadores Jurídicos (Acijur) dedica este año, en su octava edición, al juez que ordenó los registros de las sedes de estos medios de comunicación y al fiscal del caso.

El presidente de la sala segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, que ayer empezó a presidir el juicio por el Procés de Cataluña recibió el premio «Puñetas de Oro» y se convirtió en el protagonista del acto por su defensa del Estado de Derecho. En su discurso durante el acto, dijo que toda su vida ha sido «una lucha por conseguir unas buenas puñetas».

Acijur considera que esta actuación acordada por el juez instructor del caso Cursach, Miquel Florit, el pasado mes de diciembre supone «una clara vulneración del secreto profesional, cuyo fin último es la libertad de información y la existencia de una opinión pública libre tan esencial en un Estado Democrático de Derecho».

Tras reiterar el apoyo de la asociación a los periodistas que se han visto afectados por estas diligencias, Mestre y Pou y el director de Nacional de Efe, Luis Sanz, recogieron el diploma «para que hagan entrega» del mismo al juez Florit y al fiscal Carrau.

En el acto estuvieron acompañados por la directora general de Gabinete de Presidencia de Prensa Ibérica Media, Irene Lanzaco; la directora de Diario de Mallorca, Maria Ferrer, y el director de Europa Press, Javier García.