Realizar una programación escénica para todos los públicos, plural, contemporánea, actual y en el que ocupen un lugar destacado las compañías valencianas. Estos eran los principios sobre los que Olga Álvarez fundó en 2016 su proyecto como nueva coordinadora artística del Teatre El Musical (TEM) de València, cargo que mantendrá hasta finales de este año.
A veces pasa lo del título de aquel disco, que el equilibrio es imposible, y que no se puede contentar al mismo tiempo al gourmand del teatro contemporáneo y al vecino que vive al lado, o que no se puede nutrir la programación con interesantes nombres nacionales e internacionales al mismo tiempo que se da lugar de preferencia a los autores de la ciudad. Pero también hay veces que sí se intenta todo eso y que poco a poco va saliendo, tal como defiende Olga Álvarez cuando presenta la programación de esta temporada en el TEM.
Y por eso, cuando se le dice que, como ocurrió en la temporada anterior, entre los espectáculos programados desde este febrero hasta junio encontramos pocas compañías valencianas, la coordinadora del centro cultural del Cabanyal niega la mayor.
«En este proyecto hay muchas capas en las que hay que profundizar -subraya-. Una historia universal (23 y 24 de febrero) es de
Circo, Danza, Escritores y Escritoras Teatrales, y Escèniques, «se quieren mostrar a los profesionales y al barrio a través de mesas redondas, debates, taller para el barrio, presentaciones y show case».
Otro equilibrio difícil de lograr pero en el que también trabaja Olga Álvarez desde 2016 es el de presentar al TEM como un teatro popular y de barrio que al mismo tiempo se abre a la contemporaneidad y la vanguardia.
«La gran responsabilidad del teatro público es que en él tienen que caber todos -señalaba ayer la programadora-. Traer a Juan Mayorga (el pasado enero con El Mago) y Kaposwski.¿Qué haríamos, por ejemplo, con la comunidad gitana que hay aquí? Por eso hacemos una programación de flamenco desde el concierto de Tomatito, y después José Mercé o Estrella Morente. Esto era un espacio negado para ellos y ahora hemos generado afectos entre el teatro y las familias y los hijos vienen aquí a los talleres en vez de estar en la calle. Por eso me atrevo a decir que el proyecto del TEM es un éxito».
Álvarez destacaba ayer que con esta fórmula, El Musical ha logrado seis «sould outs» seguidos, tres de ellos de actuaciones musicales: Asian Dub Foundation, Falete y Los Hermanos Cubero más Els Jóvens. Pese a ello las actuaciones musicales no van a ocupar más espacio en la programación del TEM: «Pensamos que se necesita equilibrio entre artes escénicas y música. La danza y el teatro contemporáneo, reflexivo y comprometido son nuestros grandes retos».
Lo que está aún en el debe es la capacidad de generar producción propia. Aunque no se queja del trato que recibe el TEM por parte del ayuntamiento («somos los mimados de Acció Cultural»), Álvarez sí advierte que habrá producción propia «cuando nos doten de más personal. Con lo que tenemos hacemos lo posible para un proyecto público, accesible y de calidad».
