La National Gallery de Londres acogerá entre el 18 de marzo y el 7 de julio la exposición Sorolla: Spanish Master of Light, la primera muestra del pintor valenciano en la capital británica en un siglo. Entre la obras que se exhibirán se encuentra ¡Triste herencia! (1899), que pertenece a los fondos de la Colección Fundación Bancaja y que ayer salió del centro cultural de la plaza de Tetuán para viajar a Londres.

Esta muestra repasará la historia del reconocimiento internacional de Sorolla desde el primer viaje del artista a París, con tan solo 23 años, hasta su consagración definitiva como gran pintor. La pieza ¡Triste Herencia!, que Sorolla pintó en la playa de la Malvarrosa, es la única obra que viaja desde València a esta exposición.

Sorolla incluyó esta obra en la selección que envió a la Exposición Universal de París de 1900, donde causó una gran sensación. El jurado de la exposición le concedió el Grand Prix por toda su obra, pero en especial por ¡Triste herencia! Al finalizar esta exposición, Sorolla propuso al Estado adquirir la obra por 40.000 pesetas, pero los críticos españoles más tradicionales la censuraron. Así, cuando los liberales llevaron la propuesta de compra de la obra al Parlamento, los conservadores la rechazaron. Deseoso de que la obra permaneciera en España, Sorolla la depositó Museo de Arte Moderno en Madrid, a la espera de que las Cortes votaran el crédito necesario para su adquisición. Esperó casi dos años hasta que en febrero de 1902 la vendió a Jesús Vidal, un coleccionista español residente en Nueva York. Vidal vendió el cuadro en 1904 a un magnate del carbón americano, John E. Berwind, quien lo donó al Colegio Dominical de la Iglesia de la Ascensión en Nueva York. Después, la obra quedó depositada en la iglesia de la Quinta Avenida durante más de 70 años. En 1981, Bancaja la adquirió en una subasta por una cantidad nunca alcanzada hasta ese momento por un Sorolla: 240.000 dólares, y la recuperó así para el patrimonio cultural valenciano. Desde el año 2000, la obra ha salido en 10 ocasiones para su exhibición en museos de EE UU y Europa.

Influencia de Blasco Ibáñez

Sorolla pintó esta obra en el verano de 1899 en la Malvarrosa. Abordó la obra influido por las ideas de su amigo Vicente Blasco Ibañez, quien le convenció de que la pieza era una de las contribuciones más importantes de contenido social que se habían realizado hasta el momento. Finalmente, la obra supuso la culminación del reconocimiento internacional de Sorolla y es uno de sus trabajos más importantes. La escena refleja el drama de niños enfermos acogidos por el hospital valenciano San Juan de Dios, retratados en la escena del baño que Sorolla había presenciado en numerosas ocasiones. En un primer momento, Sorolla quiso titular la pieza como Los hijos del placer, pero Blasco Ibáñez le sugirió ¡Triste herencia!, haciendo alusión a las teorías degeneracionistas de finales del siglo XIX, según las cuales, los vicios de los padres degeneraban en graves problemas para los hijos.