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Sorolla: Spanish Master of Light

"Prestaría mis Sorollas a València si se expusieran en un entorno adecuado"

La mecenas neoyorquina Cristina Heeren mostrará tres obras del pintor en la exposición de Londres

"Prestaría mis Sorollas a València si se expusieran en un entorno adecuado"

La exposición «Sorolla: Spanish Master of Light» que la National Gallery de Londres inaugurará el próximo 18 de marzo promete ser todo un acontecimiento cultural. Será la mayor muestra dedicada al pintor valenciano en más de un siglo en la capital británica y una oportunidad única para contemplar algunas obras que, al estar en manos privadas, pocas veces se han podido disfrutar.

Este es el caso de la mecenas neoyorquina Cristina Heeren, que prestará tres de sus siete Sorollas a la exposición londinense. Uno de ellos guarda una curiosa historia familiar detrás. «Mi padre recibió dos en herencia. El bote blanco pertenecía a una tía soltera de mi padre que vivía en Biarritz, Teresa Amézaga. El cuadro estaba colgado en su casa, una casa grande con jardín, donde ella no vivía porque decía que le resultaba muy caro mantener una casa tan grande. Ella vivía en un piso pequeño con unas pocas pertenencias. Esta situación duró cuarenta años, durante los cuales nadie vio el cuadro. Mi padre visitaba a su tía de vez en cuando y le suplicaba que ella le vendiera el cuadro. Le sugería que llamara a cualquier experto que le pareciera competente que pudiera fijarle un precio. Pero no hubo manera de convencer a Teresa. Pero cuando murió, en su testamento le dejó el cuadro a mi padre», explica a Levante-EMV Heeren, quien creó la Fundación de estudios de arte flamenco que lleva su nombre en el barrio sevillano de Triana. Su pasión por Sorolla continuó más allá de las herencias familiares. «Luego mi padre compró algunos más. Y yo compré uno, una vista de Sierra Nevada», añade. Recuerda, además, que varios miembros de su familia coincidieron con Joaquín Sorolla en París a principios del siglo XX.

Las obras las conserva en algunas de sus propiedades: Biarritz, Francia, Granada y Estados Unidos. «Entre los que están en Estados Unidos, dos de ellos -señala- van de camino a Londres».

En el caso de El bote blanco, la obra ya se expuso en el Museo del Prado en 2009 en una muestra dedicada a Sorolla.

Una «privilegiada»

Asegura que se siente «privilegiada» por tener «estas magníficas obras cerca. Disfruto mucho de la pintura». Pero una auténtica mecenas no se queda la belleza para sí, sino que la comparte con quien le rodea. «A veces presto los cuadros a museos y a exposiciones, pero siempre me asesora Blanca Pons-Sorolla, la bisnieta del pintor», explica.

De hecho, asegura que prestaría alguna de estas piezas a las instituciones valencianas que se lo solicitaran. Eso sí, con condiciones. «Estaría encantada de prestar obras a València, siempre que los cuadros se expusieran en un entorno adecuado».

Entre las obras que se exhibirán en la National Gallery se encuentra también ¡Triste herencia! (1899) un imponente lienzo de la Fundación Bancaja, que Sorolla pintó en la playa de la Malvarrosa Esta es la única obra que viaja desde València a esta exposición.

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