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Miedos

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Decía el genial Woody Allen: «El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro». Y no le faltaba razón. Ahora mismo, la ciudad está con miedo de morir asfixiada por ese cinturón ciclista que la estrangula, estrechando poco a poco calles y avenidas hasta caer en el miedo más fiel, porque el «estrangulador» sigue con la suya. Y hay que decir a las iracundas víctimas potenciales que Italia, como país, no tiene culpa alguna.

Miedo con música y humor en el Teatro Olympia, envuelto en una escenografía terrorífica y un par de esqueletos sentados en un palco para presenciar «La familia Addams», esa comedia musical que se estrenó el pasado jueves a local abarrotado. Una luminotécnia apropiada al macabro tema, no faltando la mano cortada correteando por allí, y ambientación a juego. Carmen Conesa, Xavi Mira, Lydia Fairén y todo el resto del elenco cumplió con su tarea de asustar divirtiendo. Y curioso el morbo del público, haciendo cola para fotografiarse sentados en una macabra «silla eléctrica» de atrezzo, colocada en el vestíbulo para ir entrando en el miedo, y robando por ésta vez el protagonismo al photocall, abandonado a su miedosa soledad.

No da miedo, pero resulta terrorífico con su ironía el ingenioso Albert Boadella, quien dijo haber cumplido cuanto se proponía. Tiene una bonita casa, hijos y está casado 37 años con la misma mujer, «lo cual no parece ser muy normal», dijo, y añadió: «hace dos años en Madrid me dieron el premio a 'español ejemplar', cuando yo en mi vida he sido ejemplar en nada», bromeó el flamante «president de Tabarnia», que hasta ayer dio su Sermón del Bufón en el Talía, donde el próximo miércoles aparecerá la siniestra Celestina de Fernando de Rojas emparejando a la gente.

El miedo de «mirar hacia atrás con o sin ira» se superó en el Teatro Flumen, donde José Sáiz, el «Juan Sin Miedo» de la productora Saga, repuso ese Tatuaje que hace homenaje a Concha Piquer, reencarnada por una espectacular Aurora Frías, bonita en cuerpo, alma y voz, cantando sus canciones con magnífico estilo. Hay referencias al pasado en el hilo biográfico e incluso alusiones líricas a la zarzuela (no la de Felipe VI), con las sopranos María José Martos y Tamara Izquierdo, y un buen plantel de actores, junto a un ballet español de tres, completan el espectáculo que hay que ver sin miedo a la decepción..

Sáiz, desafiando de nuevo al miedo, prepara para el día 4 del próximo abril un nuevo montaje musical, al que ha titulado Gracias por venir, esta vez en homenaje a Lina Morgan, a quien encarnará la actriz Isabel Gaudí, una fuera de serie de la escena, y tendrá como compañeros a Alberto Vázquez y el propio José Sáiz, haciendo de esos actores cómicos que siempre acompañaron a la Morgan. Se dice que será un gran espectáculo, mezcla entre el burlesque y la revista. Conociendo a Sáiz, habrá que creerle sin miedo.

No tuvo miedo el joven cantante valenciano Luis Visiedo, que a sus 20 años marchó a Madrid y está representando en el Teatro Maravillas de la capital el musical El libro de la selva, encarnando al protagonista Mowgly, que no es hacer el oso. Luis alterna el escenario con sus estudios de periodismo, por lo que apunta a ser un periodista que cante muy claro. En lo de cantar le viene de casta, ya que es hijo de Tony Visiedo, un veterano cantante con muchas batallas musicales disputadas sin miedo al miedo, y las que le quedan.

Miedo es el que tendrán los hinchas valencianistas ante el partido del próximo jueves en Mestalla, intentando estar en la final de la Copa del Rey de fútbol. Se la juega ante un Betis andaluz de Sevilla, justo en la fecha que se celebra el Día de Andalucía, que también es casualidad. ¡Mientras no sea también el «Día del Betis»...!

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