Los historiadores del arte señalan la irrupción de Joaquín Sorolla como el inicio de la pintura moderna valenciana. Un criterio que sigue hasta las últimas consecuencias el Museo de Bellas Artes con la exposición «El inicio de la pintura moderna en España: Joaquín Sorolla» que se inaugura el 12 de marzo. Una muestra para conocer a fondo los artistas sorollistas y postsorollistas, la línea divisoria de la pintura valenciana.

Una perspectiva inédita de Sorolla rodeado en la sala de los pintores que influyeron en su obra, también sus maestros, sus amigos, sus discípulos, los sorollistas y los postsorollistas.

Un recorrido por más de un centenar de obras de los pintores de su época como Pinazo, José y Mariano Benlliure, Muñoz Degraín, Antonio Fillol y Cecilio Plà.

«Marina»

La obra escogida como icono de la exposición del Bellas Artes es «Marina», un cuadro de Sorolla pintado como regalo a su amigo Pedro Gil, como reza en la dedicatoria en el ángulo inferior derecho del lienzo. La pintura forma parte de la colección de la pinacoteca valenciana desde el año 2007.

Se trata de una obra de pequeño formato, 51 x 76 centímetros, en la que se observan a dos marineros arrastrando a la orilla de la playa una barca de pesca.

Los expertos en la obra del artista sostienen que fue pintada a finales del siglo XIX, y que es uno de los mejores ejemplos para conocer el universo sorollano de la vida cotidiana valenciana, a partir de una técnica abocetada, donde el dibujo prácticamente ha desaparecido, para dar importancia a la expresión de la pincelada y, sobre todo, a la luz y al color.

Una concepción característica de su producción pictórica, pues Sorolla no puso su mirada en las clases altas, a diferencia de la mayoría de sus contemporáneos, sino que reflejó la vida y actividades de las clases medias y bajas.