A los 94 años de pletórica vida, ha fallecido en su Almàssera natal, el tenor José Císcar Martínez, cariñosamente llamado por sus convecinos Pepito el Forner, por haber regentado la familia un horno en el pueblo y él haber ejercido el oficio. Tuvo tres hermanos, Enrique (también tenor), Rosario y Ricardo (Dacsa), todos nacidos en la estrecha calle san José, justo frente a la casa donde nacieron los hermanos Lladró Juan, José y Vicente. En pocos metros cuadrados se concentraron los protagonistas de una importante parte de la reciente historia de Almàssera.

José Císcar de niño comenzó a cantar los domingos en la iglesia del pueblo. Un sacerdote le encaminó a que estudiara canto con Andrés Romero. Siendo su alumno se incorporó a las clases Alfredo Kraus, quien estaba haciendo el servicio militar en València.

Císcar estudió música y se especializó en violín con el maestro Francisco Andrés. El párroco José María Mulet, tío del futbolista Puchades, le animó de forma decisiva. Dejó el violín y prefirió el canto. Asiste a clases de Margarita y Celestino García, Manuel Benlloch, Ferriz y Moret. En 1945 canta en público por primera vez en el Casino de Almàssera con una zarzuela, La alegría de la huerta.

Es buscado para cantar en València, Teatros Apolo, Ruzafa, Serranos y Juventud Obrera. De aquí salta a Barcelona, Teatro Calderón. Luego a Madrid, Teatro Fuencarral. En su repertorio, zarzuelas. Le llueven los contratos para cantar en teatros de toda España. Salía a zarzuela por semana. Alguna la interpretó más de cien veces.

Participó en el homenaje que València le rindió en 1948 al Maestro Serrano con un elenco de cantantes, entre ellos Antonio Cortis y Coral Raga. Marcos Redondo le buscó para su Compañía Nacional de Zarzuela.

Tuvo brillantes intervenciones canoras en las más grandes solemnidades litúrgicas, formó un coro con cantores del Colegio del Patriarca. Bajo la dirección del Maestro Agustín Alamán estrenó en España El Mesías de Haendel con la Coral Polifónica Valentina y la Orquesta Municipal de València, iniciándose aquí una gira por toda España y Portugal con la obra. Por donde pasaba le llovían las mejores críticas y comentarios de la prensa a su actuar. Cuando Tarancón hizo su primera Misa como Obispo en su pueblo Borriana, él fue el solista de la Coral Polifónica Valentina. El mismo decía que el secreto del buen cantar era «colocar la veu en puesto, no empalarla», vocalizar, estar bien de salud y cuidarse.

En Almàssera, José Císcar fue el gran motor de la creación y funcionamiento de la Associació d'Amics del Corpus, que pronto cumplirá 30 años, que recrea de forma fiel y magna la solemnial e histórica procesión de Corpus Christi de València, la cual se celebra el último domingo de mes por especial Privilegio Pontificio en memoria del Miracle dels Peixets.

Por estos motivos, de sobra debiera habérsele tributado en vida los honores municipales establecidos en el ius honorandi y haber sido declarado Hijo Predilecto de la Villa hace mucho tiempo, pero los políticos no suelen estar hechos para estas finuras y obligaciones cívicas y morales para pensar en otorgar estos reconocimientos, en el presente caso tuvieron, y siguen teniendo sus carencias, e insuficiencias históricas, culturales y protocolarias. Algo tan normal, sencillo y tan de justicia para con un ciudadano ejemplar que destacó en méritos y llevó con mucha dignidad y fama el nombre de Almàssera por toda España no va con ellos.