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Entrevista

Diego Urdiales Hernández: "La mayor preocupación de esta temporada es ser fiel a mi mismo"

El diestro de la Rioja siente un concepto del toreo clásico que marca la diferencia en el panorama actual

Diego Urdiales Hernández: "La mayor preocupación de esta temporada es ser fiel a mi mismo"

El maestro Curro Romero asegura que «Urdiales ha nacido con esa sensibilidad que aporta la pureza y la naturalidad. Diego torea con la cintura, con el pecho y, además, lo hace despacio»

P ¿Cómo ha preparado su vuelta a València?

R Volver a la Feria de Fallas es un sueño. La plaza de València es una plaza en la me gusta torear porque tiene una afición sensible. Todavía recuerdo las sensaciones de mi última tarde en 2015, con una corrida de Alcurrucén.

P ¿Cómo valora el cartel junto a Castella y Cayetano?

R Es un buen cartel y la ganadería de Jandilla tiene garantías. Tengo confianza en que sea una buena tarde y estar a la altura de la expectación de la afición.

P El año pasado fue una temporada con una importancia trascendental.

R Sí, me quedé fuera de san Isidro por respetar mi dignidad y, al cabo de los meses, tuve la capacidad, después de toda la lucha, de dar una tarde de toros como pasó en Bilbao y Madrid con tan solo tres festejos toreados. Eso es algo que no le ocurre a todos los toreros y estoy muy orgulloso.

P ¿Por qué cree que le ocurrió a usted?

R Tenía la seguridad de que iba a llegar mi momento. Era consciente de que, desde mi interior, era capaz. El toreo que siento, el que a mí me emociona tanto, sabía llegaría a emocionar a la afición. Para mí, el toreo, en definitiva, es tener un mensaje dentro y ser capaz de transmitirlo a la gente.

P ¿Cómo logra expresa ese mensaje ?

R No depende del valor ni nada por el estilo solo se consigue siendo fiel a mi concepto y mi sentimiento. Va todo unido. Las decisiones, la manera de estar en la plaza€ Es una sensación difícil de explicar pero que sale libre y, cuando se hace presente, emociona. La mayor preocupación de esta temporada es ser fiel a mi mismo.

P ¿Esa lucha interior quema?

R Sí, pero tengo la conciencia muy tranquila porque es la única manera que siento para caminar en el toreo. Una temporada como la del año pasado, donde, a veces no me llamaron y otras dije que no, sin tener nada a la vista, es muy dura porque me quedé en casa esperando hasta que llegó la tarde de Bilbao.

P ¿Se ha sentido incomprendido alguna vez?

R Ha habido años que sí porque no se me ha considerado pero, a pesar de la dificultad, el toreo que llevo dentro es lo que me ha hecho funcionar. Hay tardes en las que, sin saber porqué, todo se fusiona y brota el toreo. Además, he sido capaz de expresarlo con un albaserrada, con un núñez, con un domecq, con un atanasio y con un santacoloma a lo largo de mi vida.

P Como ocurrió en Bilbao y Madrid en la Feria de Otoño.

R Sí, y, por eso, no puedo elegir una tarde. Me quedo con las dos porque me dejé llevar por el sentimiento. Recuerdo momentos al natural en las dos tardes muy emocionantes. Cuando hay sentimiento de por medio en una faena, es una vulgaridad ponerme definirlas y decir cuál ha sido mejor. En el fondo, siento el orgullo de haber sido capaz de entender las condiciones de los cuatro toros y poder expresar mi toreo.

P La afición se emocionó mucho las dos tardes.

R Me acuerdo de gente llorando en los tendidos y eso es lo más bonito que me puede pasar como torero.El triunfo es importante, es la firma de la obra, pero como el momento en el que surge el toreo no hay nada. Quiero tener mi cuerpo y mi alma en el estado que debo para poder expresarlo pero soy consciente de que todas las tardes es muy difícil.

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