«Fragments», el festival sobre fotoperiodismo que organiza la Unió de Periodistes Valencians, inauguró ayer una nueva edición de la mano de Laura Silleras, ganadora de la beca que convoca este certamen. A través de una treintena de instantáneas, esta fotógrafa valenciana ha retratado la transformación del Cabanyal. «Me fui del barrio para viajar y al volver, me topé con una realidad completamente diferente a la que tenía en la cabeza», confesó ayer Silleras, que participó en la presentación del certamen junto al diputado provincial de Cultura, Xavier Rius; la presidenta de la Unió de Periodistes Valencians, Noa de la Torre; el jefe de exposiciones del MuVIM, Amador Griñó, y el comisario y director del proyecto «Fragments», Pablo Brezo.

A través del objetivo de su cámara, Silleras trató de «recuperar los resquicios de esa infancia». El resultado es una exposición y un libro que ahora se puede ver en el hall del MuVIM.

Durante cinco años, la valenciana documentó la vida de este barrio. En sus instantáneas aparecen acontecimientos como una boda gitana, los baños nocturnos en la playa del Cabanyal, la Semana Santa Marinera o escenas callejeras. «Al volver, sentía que me habían robado el barrio y lo buscaba. De modo que cuando inicié el proyecto me hice la siguiente pregunta: ¿Qué quedaba de cierto en ese Cabanyal que yo estaba respirando?». La muestra, llamada «Quisiera que siempre fuera así-dijo él. -Siempre es solo un momento- respondió ella», se complementa con una visita guiada al Cabanyal. La programación de «Fragments» se completa con un curso de iniciación a la fotografía, un taller infantil y diversas conferencias de la mano de Maria Bleda, Cristóbal Hara y Ángel Álvarez.

«Mi intención es elevar las escenas cotidianas a lo especial», aseguró la fotógrafa, que continuó: «Estoy muy orgullosa de pertenecer a la nueva generación de fotoperiodistas valencianos. Venimos pisando fuerte».

Según el comisario de la muestra, Pablo Brezo, «la fotografía no está en crisis, pero sí lo están los soportes tradicionales en los que se movía», y lamentó que el periodismo gráfico «cada día tiene menos cuerpo en la prensa diaria».