El arte se ha convertido en una herramienta más con la que avanzar hacia la igualdad, la participación y la integración. Además sirve para reivindicar la creatividad de personas con diversas capacidades. Así lo consideran en el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV), organismo que ha puesto en marcha el programa «Cultura en pie de igualdad», una iniciativa de inclusión social a través del arte. En colaboración con la Asociación In Arte, este programa propone un conjunto de acciones que se desarrollarán en diferentes ámbitos educativos a lo largo de 2019 y 2020.

«Desde la conciencia del potencial del arte como medio de expresión y como herramienta de aprendizaje, transformación social, inclusión y visibilidad, y de la utilidad de un ocio reflexivo, cultural y creativo que nos ponga en contacto con la realidad en sus más diversas manifestaciones, 'Cultura en pie de igualdad' propone una serie de acciones destinadas, por una parte, a promocionar el acceso a la creatividad, al arte y la cultura, de colectivos marginados por su disfuncionalidad, y simultáneamente a contribuir a la redefinición social de las diversidades funcionales», señalan desde el CMCV.

«Cultura en pie de igualdad» persigue simultáneamente «combatir un lugar común del sentir y del pensar social, aquel que estigmatiza las disfuncionalidades y crear un espacio para todos a través del arte, la cultura y la creatividad», añaden.

Según el director del CMCV, José Luis Pérez Pont, «entendemos la mediación no sólo como espacio de aproximación entre el arte y los públicos sino como campo expandido que abarca las relaciones y conocimientos que cruzan el museo. En este sentido es desde la institución cultural desde la que proyectamos con 'Cultura en pie de igualdad' una serie de acciones que se van a desarrollar tanto en el ámbito de la escuela como en los centros ocupacionales de la Comunitat Valenciana y en el entorno de diversas asociaciones».

El programa ofrece cerca de una quincena de acciones, estructuradas en cinco bloques: «Arte y educación» con actividades dirigidas a toda la comunidad educativa, con talleres para Infantil, Primaria y Secundaria. Las propuestas están impartidas por artistas con diversidad funcional y pretenden educar en el pensamiento divergente, potenciando la autoestima. «Arte y literatura», una publicación pensada para su divulgación en el entorno universitario, combina el trabajo de un artista visual con los escritos de una persona diagnosticada con enfermedad mental grave.

«Arte y calidad de vida», que engloba diversas propuestas con personas mayores y con enfermos de alzhéimer, afronta acciones intergeneracionales, creando vínculos entre diferentes colectivos: menores en riesgo de exclusión social, personas con diversidad funcional y personas de la tercera edad. Mientras, el apartado de «Comunicación musical» trabaja con músicos profesionales y jóvenes con dificultades de comunicación.

A estas acciones se suma la convocatoria pública «Lugar común», una producción artística en centros ocupacionales de la Comunitat Valenciana para la que se han seleccionado los proyectos de seis creadores: Vicent Gisbert; Almudena Millar y Elia Torrecilla; Betlem Martínez; Alegría y Piñero; Ernesto Casero, y Daguten, escuela gráfica de Barrio. Esta acción está encaminada «a favorecer el empoderamiento, integración e inclusión de las personas usuarias de estos centros». Los resultados de los proyectos de «Lugar común» se reunirán en una exposición.

Un presupuesto de 100.000 euros

Pérez Pont asegura, además, que «estamos trabajando asimismo en la creación de un espacio expositivo en el que la obra exhibida pertenezca a personas con diversidad funcional, apoyando su desarrollo profesional». En total, más de 10 entidades y asociaciones y alrededor de 90 centros ocupacionales colaboran en este programa en el que el Consorci de Museus va a invertir en torno a los 100.000 euros.