El manifiesto de las «Bibliotecas inquietas» persigue que estos centros se conviertan en «motor del cambio de la comunidad» porque «dan cabida a todos los colectivos», «garantizan el acceso libre y gratuito a la información» y «propician la construcción del pensamiento crítico», entre otras razones. Los impulsores de esta iniciativa pidieron ayer a ciudadanos, políticos y compañeros bibliotecarios que firmen el manifiesto de la campaña, que ya han apoyado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la directora general de Cultura, Carmen Amoraga.