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Danza

La magia del folclore valenciano

La Premio Nacional de Danza Sol Picó reúne en «Animal de sèquia» baile contemporáneo inspirado en la tradición y una banda de música

La coreógrafa y Premio Nacional de Danza valenciana Sol Picó baila a la tradición de su tierra. Lo hace con el espectáculo Animal de sèquia, que le encargó el Institut Valencià de Cultura (IVC) y que llegará al Teatro Principal de València el próximo domingo.

Será entonces cuando la primera producción pública de la artista alcoyana llegue a la capital valenciana para clausurar el festival Dansa València. Previamente habrá pasado ya por Alicante (el pasado viernes) y Castelló (hoy). Luego, habrá una nueva oportunidad para verla en València, del 26 al 28 de abril.

Sobre la escena, Sol Picó ha puesto a ocho bailarines «maravillosos» -según la creadora- con edades comprendidas entre los 18 y los 50 años. Para encontrarlos el IVC abrió una convocatoria pública, pero más allá de cuestiones burocráticas, Picó buscaba profesionales con «entrega, pasión, que aunque hicieran un trabajo físico tuvieran alma», explica Picó a Levante-EMV.

Pero en el «más difícil todavía», la bailarina se empeñó y ha encajado sobre la escena una banda de 30 músicos. En total, hay 38 personas en escena. «La música de una banda era fundamental para mostrar la tradición valenciana», justifica Picó.

Trabajar con ellos puede que haya sido, reflexiona la coreógrafa, «lo más difícil y lo más satisfactorio». La bailarina no se limita a subir a la músicos a las tablas, sino que los pone a tocar de rodillas o tumbados. «También hacen un trabajo físico, pero se han dejado llevar», dice orgullosa de su logro.

La música en directo es puntal en esta producción. La banda sonora es de Jesús Salvador «Chapi» y los ocho bailarines que aparecen en escena son Lorenza di Calogero, Alba Cerdeiriña, Albert García Saurí, Rocío Gisbert Valor, Irene Maestre Serrano, Luis Martínez Gea, Rubén Peinado Tomás y Alicia Reig Jover.

Picó no quería representar las tradiciones valencianas tal cual se viven en los municipios valencianos. La intención ha sido llevarlas a su mundo, a su imaginario y a la danza contemporánea, pero manteniendo la «magia» de fiestas como el Misteri d'Elx, el Pa Beneit o las Fallas. Habrá trinquet, filaetes, algo de traca, Estellés y hasta Chimo Bayo.

Pese a todo, Picó no cree que su espectáculo sea demasiado arriesgado. «Creo que me he quedado algo corta», dice entre risas. «Puede que haya quien no entienda alguna escena, pero en general, y lo más bonito, es que la gente se deja llevar».

Tanto es así que recuerda cómo tras el ensayo general le llegaron mensajes de apoyo de una chica de 18 años que «se quedó flipando con el espectáculo». La emoción no entiende de edad. Ni de nacionalidades. Explica también la artista que una mujer italiana le comentó que el espectáculo le «había llegado muy adentro porque le recordaba mucho a tradiciones de su país». «Al final, está todo inventado», reflexiona Picó. «Hasta las tradiciones que nos pensamos muy nuestras y tienen su universalidad».

Para todos los gustos

Por eso cree que Animal de sèquia puede gustar a todos. Pero se emociona al decir que «vengo de una familia a la que le va mucho la tradición, es una lástima que mi padre muriera hace tres años porque hubiera estado llorando durante todo el espectáculo. Le gustaban mucho las tradiciones, ¿sabes?», recuerda la Premio Nacional.

Asegura Picó que le ha llenado de «felicidad» poder hacer algo para su tierra y explica que ha tenido «carta blanca» por parte del IVC para darle forma a su espectáculo. Explica que la idea comenzó a gestarse hace casi tres años. Pero «el trabajo de campo y creación» ha sido de récord. En dos meses. «Ha sido muy intenso», concluye.

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