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Entrevista

"Somos igual de patéticos que en la época de los romanos"

"Hace 15 años, un proyecto como 'Justo antes de Cristo' hubiera ido a parar a La 2", asegura uno de los cocreadores

"Somos igual de patéticos que en la época de los romanos"

Manio Sempronio es un looser (perdedor, en inglés) como la copa de un pino. La caga en el momento más inoportuno. «Su vida es tal drama que provoca risa», comenta uno de los codirectores de «Justo antes de Cristo», la nueva serie de Movistar +. Juan Maidagán (cocreador), Pepón Montero (cocreador y codirector) y Borja Cobeaga (codirector), tres de los nombres clave de la comedia española, presentaron ayer la producción en la primera edición de Lab de series. Levante-EMV habló con ellos justo después de ser recibidos con un vermut y una paella en la Alameda.

Han grabado dos temporadas del tirón. 12 capítulos en total. Movistar + tiene confianza en el éxito de «Justo antes de Cristo»...

Pepón Montero: Sí, eso demuestra que están tomando riesgos. La serie de Leticia Dolera («Déjate llevar») acaba de ganar el premio a la Mejor serie del Cannes Series. España está apostando por las series.

Borja Cobeaga: También es verdad que la escenografía pedía hacer dos temporadas del tirón.

Juan Maidagán: Cuando te metes en un pifostio así (actores, escenografía, atrezo...), te metes bien.

Gran parte de la escenografía viene desde Roma.

P. M.: Eso es un poco película. La escenografía se hizo aquí en España. En cuanto al atrezo, el equipo de producción encontró una empresa italiana muy buena. Se trajeron un camión lleno de cosas. Dentro había joyas: una alfombra de leopardo que salió en Cleopatra (1963), unas sandalias de La caída del Imperio romano (1964) y una coraza de Gladiator (2000).

La serie llevaba 15 años en un cajón. ¿Qué ha cambiado para que Movistar + haya apostado por ella?

P. M.: Que han entrado las plataformas de streaming. Llevábamos intentado venderla mucho tiempo.

J. M.: No fue un intento tímido. Se llevó a todas las cadenas. Salió varias veces a pasear, pero regresaba una y otra vez a los corrales. Además, antes las cadenas no querían emitir series de media hora. Ahora, sí. Se arriesgan más en todos los sentidos.

¿En qué cadenas pensaron que encajaba la serie en su momento?

P.M.: Realmente en ninguna (ríe). En la pública, supongo.

J. M.: Lo malo es que un proyecto como «Justo antes de Cristo» hubiera ido a parar a La 2. Eso supondría llevarse «cuatro perras». Antes, no había huevos para llevarla a La 1 (ríe).

¿Qué 'peros' les ponían las cadenas?

P. M.: 'Peros' ninguno. Todos decían lo graciosa que era pero no se lanzaban.

¿Se trabaja con una mayor libertad en el 'streaming' que en la televisión tradicional?

B. C.: Bueno, lo que es cierto es que hay más variedad. Cada plataforma quiere captar muchos tipos de público y quieren proyectos exclusivos. Afortunadamente, lo «exclusivo» ahora significa «más original». Y ahí tenemos cabida todos.

J. M.: Hay tal cantidad de series que es imposible consumirlas todas, de manera que pueden haber muchos tipos de producciones. En la comedia ahora tenemos a «Paquita Salas» (Netflix), «Vergüenza» (Movistar+), «Vota Juan» (TNT)... No tienen nada que ver con las comedias que hacen las cadenas generalistas.

P. M.: Ya cambiará.

De modo que «Justo antes de Cristo» es un ejemplo de las series que se hacen ahora en el sector.

P. M.: Para nada. «Justo antes de Cristo» no es un ejemplo para nadie (ríe)

B. C.: Es lo mismo que se ha hecho siempre, solo que con romanos. El cine y la televisión han tomado caminos diferentes en comedia. Se están haciendo muchas películas inspiradas en otras comedias, mientras que las plataformas están apostando por contenidos originales. La serie que tenían estos señores en la cabeza (Maidagán y Montero) se parecen más a las series que tenían en la cabeza hace 10 años que otra cosa. «Justo antes de Cristo» no es una comedia de chistes, pero tiene algo de folletín. Esta serie es seria e idiota a la vez.

He leído por ahí que la serie empezó con unos videos caseros. ¿Es cierto?

P. M.: Se podrían llamar así porque los grabamos en mi casa, aunque los actores eran profesionales: Enrique Martínez («Los hombres de Paco») y Antón Valen («Cámera Café»).

¿El protagonista (Manio Sempronio) está hecho a la imagen de Julián López?

P. M.: Era uno de los actores que teníamos en la cabeza. Fue el primero a quien le hicimos la prueba. Ya no buscamos más.

¿Por qué la historia se desarrolla en la época «justo antes del nacimiento de Cristo»?

P. M.: Porque esa época parece que haya sido escrita por un dramaturgo. Octavio, Marco Antonio... Es la Roma que todos tenemos en la cabeza. Si hiciéramos una tercera sería con Cleopatra y todo.

¿Qué hay en «Justo antes de Cristo» de «Cámera Café» u «Ocho apellidos vascos»?

P. M.: Muchas cosas. Siempre andamos dándole vueltas a los mismos temas. Es decir, chorradas del día a día. Parece que no, pero en «Cámera café» salían temas existencialistas (ríe).

J. M.: Se centra en las escenas cotidianas.

B. C.: En mi caso, la veo más parecida a Pagafantas, porque es un drama para el prota pero una comedia para los espectadores. Es el tipo de comedia que más me gusta.

La del «looser» (perdedor).

B. C.: Sí, me gusta esa mezcla de ternura y crueldad. Además,somos igual de patéticos que en la época de los romanos.

Evitan que comparen la serie con «La vida de Brian» porque no tienen nada que ver.

P. M.: Sí, y porque además me encantan los Monty Python y es imposible competir con eso. No estamos haciendo lo mismo.

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