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Entrevista

"Sería un sueño ver a Sorolla en el Met de Nueva York"

Blanca Pons-Sorolla visita el lugar que vio los primeros pasos de su bisabuelo como artista

"Sería un sueño ver a Sorolla en el Met de Nueva York"

¿Hace justicia la exposición «Sorolla: Spanish Master of Light» de la National Gallery de Londres a su bisabuelo?

Es una exposición espléndida. Hemos luchado por tener una representación de lo mejor dentro de lo que la National Gallery deseaba, que era al gran Sorolla y temática.

Ese gran Sorolla que tiene el museo londinense en la cabeza, ¿cómo es?

Estas son grandes obras desde sus inicios hasta el 1900, que es cuando abandona el afán de medallas porque ya las tiene. Luego crece en lo que quiere.

¿Se emocionó en la inauguración?

La emoción la siento cada vez que cuelgo un cuadro. La inauguración fue estupenda al ver el entusiasmo con el que la recibió la gente. En la inauguración pulsas el éxito que una exposición va a tener.

¿Por qué Londres?

Cuando una pretende recobrar la proyección internacional que Sorolla tuvo en vida debe pasar por todos esos grandes museos que son lo que dan vida futura al artista. Tras El Prado, se ha hecho un recorrido importante por museos de Europa y América, pero hay que ir a los supergrandes y la National Gallery es uno de los grandes del mundo. Que esté allí es un puntazo para Sorolla. De ahí puede ir a museos como el Metropolitan de Nueva York.

¿Qué le dijeron la reina Letizia y el príncipe Carlos de Inglaterra en la inauguración?

La reina va muy preparada a las exposiciones y sabía lo que iba a ver. Estuvo encantadora. El príncipe Carlos, es curioso, se refirió a Sorolla como «este pintor tan bueno que yo no conocía».

Sorolla tiene mucho interés en España y fuera de nuestras fronteras en EE UU. ¿Falta reconocimiento en otros países europeos?

Bueno, en Alemania hicimos una exposición en Múnich y Sorolla ya era muy conocido en Alemania.

¿Hay algún proyecto para una nueva exposición internacional?

Todavía no. Para una exposición internacional grande hay que dejar pasar, mínimo, cuatro o cinco años. Hay que pedir obra, que siempre son los mismos grandes premios o irremisibles y que no se prestan más que en casos muy especiales. No puedes mover una obra y pretender tenerla otra vez al año siguiente porque son emblemáticas en los museos. Además, la obra necesita un reposo. Hay que tener en cuenta que el último Sorolla tiene 100 años, estamos hablando de viejitos y hay que cuidarlos. Gracias a Dios, la obra de Sorolla tiene muy buen soporte y buen pigmento y eso se ve en lo bien que se conservan, pero hay que cuidarlas.

¿Dónde le gustaría ver la obra de su bisabuelo?

Lo tengo muy claro, sería un sueño. Es uno de los grandes americanos. Me gustaría verlo en el Metropolitan de Nueva York. Es el siguiente sueño.

Está usted trabajando en el catálogo razonado de la obra de Sorolla. ¿Cómo lo lleva?

Vamos a sacar un primer volumen ya con las 1.300 obras del Museo Sorolla, que va a ser la presentación de los siguientes volúmenes. Serán cuatro, dedicados a toda su obra. También presentará una cronología y bibliografía actualizadas.

¿Cuántas obras tiene identificadas?

Hay más de 4.000 obras. A la hora de publicar catálogo razonado encuentras obras que pueden ser pero que si no las has visto directamente no van a estar. Hay veces que veo fotos del estudio con algún cuadro que nunca he visto y que no ha estado en ninguna exposición y que no sé ni dónde está.

Entonces, aún sigue descubriendo obra de Sorolla.

Aunque poco, pero siguen apareciendo. Hace poco me trajeron una obra de muy primera época pero que no estaba ni documentada. El catálogo razonado me consume la vida (ríe). Desde 1987 empiezo a ordenar documentación.

Sorolla es también de los artistas más falsificados. ¿Eso también lo tiene contabilizado?

No tengo catálogo, ni base de datos, pero tengo referenciadas unas 2.000 obras. La mayoría son falsas atribuciones.

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