La poeta Francisca Aguirre (Alicante, 1930), Premio Nacional de las Letras 2018, falleció ayer en su casa madrileña a los 88 años de edad, tal y como informó su familia. Considerada «la más machadiana» de la generación de los 50, Aguirre ganó el Premio Nacional de Poesía en 2011 con Historia de una anatomía (2010), que también obtuvo el Premio Miguel Hernández.

Además es autora de otros poemarios como Ensayo General (Premio Esquío 1995), Pavana del desasosiego (Premio María Isabel Fernández Simal 1998) o Ensayo General. Poesía completa 1966-2000, que recopila toda su obra poética hasta el 2000.

La propia Aguirre aseguraba que para ella Machado era «el primero entre los dioses literarios».

El jurado del Premio Nacional de las Letras situó su poesía «entre la desolación y la clarividencia, la lucidez y el dolor, susurrando (más que diciendo) palabras situadas entre la conciencia y la memoria».

Hija del pintor Lorenzo Aguirre, uno de los últimos ejecutados por garrote vil del franquismo, y de formación autodidacta, Aguirre publicó su primer poemario en 1971: Ítaca, que obtuvo el premio de poesía Leopoldo Panero. La muerte de su padre marcó buena parte de su producción poética.

Aguirre trabajó en el Instituto de Cultura Hispánica, donde fue secretaria del poeta y ensayista Luis Rosales entre los años 1971 y 1994.

Su marido era el también poeta y flamencólogo Félix Grande, que falleció en 2014. Su familia tiene previsto enterrarla junto a él, en el cementerio de Tomelloso (Ciudad Real).

La poeta también escribió el conjunto de relatos Que planche Rosa Luxemburgo, por el que obtuvo el Premio Galiana en 1994, y del libro de recuerdos Espejito, espejito. Su obra ha sido traducida al francés, italiano, portugués y árabe.

El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, lamentó el fallecimiento de la poeta, «una gran escritora» que fue reconocida doblemente reconocida con el Premio Nacional de las Letras y el Premio Nacional de Poesía.

«Prestó su voz sosegada a las minorías, a los represaliados del franquismo o a la desigualdad de género», señaló Guirao, que recordó que para Paca Aguirre «la poesía era lo que la tranquilizaba en este mundo injusto».

El ministro expresó su cariño a su hija, la también poeta Guadalupe Grande y a todos sus amigos y familiares.

El secretario general de Organización del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, lamentó la muerte de Aguirre. «Marcada por la tragedia de la posguerra, su obra es un canto a la sencillez y a la belleza. Siempre en el recuerdo», señaló el socialista en una publicación en su cuenta de Twitter.